El asunto es incómodo pero forma parte de esas cuestiones que la gente no puede dejar de enfrentarEstoy hablando objetivamente de cómo enseñar a nuestros hijos, incluso pequeños, a no volverse víctimas de abuso físico o sexual. Por favor, este artículo es un servicio. No lo tomes a la ligera.
Al pensar en mis hijos y en los tuyos, investigué al respecto de lo que los estadounidenses –que dan mucha importancia al asunto– tratan de manera inteligente. Ya pasó el tiempo en que pensaba que esto era exagerado, hoy estoy muy de acuerdo en que es mucho mejor prevenir. Entonces, vamos a los consejos que logré reunir:
1 – Mi cuerpo es mío: el niño debe entender que su cuerpo le pertenece, que nadie tiene derecho, ni jugando, a tocarlo de forma que lo obligue. Sé que la cultura latinoamericana acepta los besos y los abrazos sin fin. Yo soy así y mis hijos también. Pero es necesario sinceramente evitar abrazos y besos de desconocidos o poco conocidos. Un niño jamás debe ser obligado a tener contacto físico con quien no quiere.
2 – La lista de las personas confiables: el niño necesita tener la certeza de en quién puede confiar. ¿Quiénes son estas personas: el papá, la mamá, los abuelos, la profesora? Quienes sean. Pero será muy importante para él que los padres identifiquen a estas personas dejando bien claro que el niño tiene a quien recurrir, que tiene realmente en quien confiar.
3 – Partes íntimas: nadie toca mis partes íntimas es un mensaje muy importante que los niños necesitan recibir. Nadie puede pedir que yo toque las partes íntimas de él tampoco. Otra información importante para los niños es que nadie debe mostrar fotos de sus partes íntimas. El niño necesita saber que puede contar con su lista de personas de confianza si algo sucediera.
4 – Nadie puede tener secretos incómodos: el niño tiene que saber que no debe tener secretos con nadie que le pida no contar algo y que lo haga sentir mal o incómodo por eso. Si eso sucediera, tiene que enseñársele a hablar con alguien de su grupo de personas de confianza sobre ese secreto.
5 – Ningún adulto desconocido pide ayuda al niño: me parece una regla de oro. Los padres deben aclararles a los hijos que no existe tal cosa como que un adulto desconocido pida ayuda al niño (sea en la puerta de la escuela, en la plaza, en el parque,…). Que quede bien claro en su cabeza: los adultos no necesitan ayuda de los niños, eso no existe.
El adulto pide ayuda a otro adulto. Con eso en mente, los niños no titubean en decir que no, aunque los padres les hayan enseñado a los hijos que deben ser amables. Así, si alguien los aborda de esa forma, ellos jamás deben seguir o creer en esa persona.
Por Fabiana Santos, periodista, madre de Alice, de 5 años, y de Felipe, de 12 años. Ellos viven en Washington DC. El año pasado, para ser voluntaria en la escuela de su hija, ella necesitó hacer un curso para reconocer e informar de abusos o negligencias cometidos a algún niño. Este curso, en gran parte de los distritos escolares estadounidenses, es obligatorio y gratuito.
Por TSMM