La Universidad de California en San Diego trabaja para prevenir la enfermedad más común de la piel.
Llega la adolescencia, con todos sus complejos: que si soy demasiado bajo, demasiado alto, demasiado delgado, demasiado gordo… y ya solo falta el acné. Puede parecer un asunto puramente estético, pero no lo es. El acné es una enfermedad. De hecho es la enfermedad más común de la piel. Tres de cada cuatro adolescentes tienen episodios de acné.
Aunque puede haber una predisposición genética, las causas más habituales son hormonales. Generalmente, se manifiesta de forma especial durante la adolescencia pero puede producirse a cualquier edad, por ejemplo, durante la menopausia, la menstruación o el embarazo, es decir, cuando hay cambios hormonales.
Hay diferentes tipos de acné con gravedad variable. Desde los granitos ocasionales al acné severo que, no solo afecta a gran parte del cuerpo, sino que los granos pueden infectarse e incluso producir quistes y cicatrices. En los casos severos producen grandes molestias y tiene una importante repercusión en la autoestima personal, especialmente de los adolescentes, e incluso tener implicaciones sociales.
A pesar de afectar a tantas personas y de existir en el mercado un gran número de productos para paliar sus efectos, no hay un tratamiento efectivo que prevenga y cure esta enfermedad. Pero pronto podremos tener una buena noticia. Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego y dirigido por el Dr. Eric C. Huang está trabajando para desarrollar una vacuna.
El acné en parte está provocado por la bacteria “P.acnes” que, en otros aspectos, es buena para nuestra salud y, por lo tanto, no es conveniente eliminar de nuestro cuerpo. El objetivo de la investigación es el de educar a nuestro sistema inmunológico a controlar de forma natural el crecimiento de la bacteria. El equipo de investigadores ha encontrado un antídoto para una molécula tóxica, llamada factor CAMP, que segrega la bacteria y que podría ser la responsable de la inflamación y la enfermedad.
Sin embargo, el estudio está aún en una fase muy inicial. Se han hecho ya pruebas con ratones y con tejido humano para confirmar el papel que el factor CAMP tiene en el desarrollo de la inflamación, pero aún no se han iniciado pruebas en humanos, por lo que, si todo se desarrolla sin problemas, aún tardaremos algunos años en disponer de la vacuna.
Mientras, recomendamos unos simples consejos que pueden ayudar a soportar el acné:
- Limpiar delicadamente la zona afectada con un jabón no abrasivo ni que reseque demasiado. Es importante eliminar siempre bien el maquillaje y lavarse la cara varias veces al día.
- Utilizar cosméticos que no obstruyan los poros, los llamados no comedogénicos. Los cosméticos deben ser no grasos.
- Tener la cara despejada y sobre todo evitar el pelo, y más si no está limpio, en la cara.
- No frotar ni escarbar en los granos, puede provocar infección y cicatrices. Tocarse poco la cara y menos con las manos sucias.
- Si las inflamaciones persisten, existen medicamentos de no prescripción que pueden ayudar porque atacan las bacterias y descaman la capa superior de la piel, pero pueden provocar sequedad extrema y enrojecimiento.
- En todo caso, si la inflamación continua y el acné es severo o muy severo, consulte a un buen dermatólogo que estudiará su caso y le ofrecerá otro tipo de tratamientos de prescripción