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Ideas para combatir la falta de autoestima

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Luz Ivonne Ream - publicado el 11/04/17
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Sugerencias para cambiar la falta de autoestima en abundancia de amor personal

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Una necesidad de todo ser humano, sea creyente o no, es la de sentirse amado y valorado y es que en la medida en que nos sabemos apreciados y aceptados por los que nos rodean tendremos la capacidad de amar y aceptar a los demás, es decir, de la propia valoración -de la famosa autoestima- dependerá que tengamos la capacidad de amar y valorar a los demás. La verdadera autoestima nace del amor y no del egoísmo.

Pero ¿qué es la autoestima? Es algo maravilloso y vital a pesar de ser un término que ha estado muy ensuciado y mal entendido, sobre todo entre tantos movimientos hedonistas y egocentristas que nos están proponiendo una autoestima basada en el egoísmo y no el amor.

La autoestima es una necesidad; es la idea o el concepto que la persona tiene de sí misma; ese concepto será el mismo que proyectará al mundo. La autoestima está conformada por todos los pensamientos, opiniones y también sentimientos -mismos que son volátiles- que la persona tiene de sí misma. Aceptarme tal como soy es la base para crecer en una autoestima sana y muchas veces se va enfermando porque siempre estamos en búsqueda de tener algo más, de tener algo diferente y dejamos de gozar de lo que somos en este momento.

Es muy importante que todos trabajemos en tener un alto concepto de nosotros mismos, que reconozcamos nuestra dignidad y valor como personas, darnos cuenta que somos seres irrepetibles, exclusivos.

Si te sirve, compárate con una flor, porque eso eres, una flor en este inmenso paraíso llamado universo, única. Date cuenta de los miles de variedades de flores que hay, rojas, unas más largas, otras frondosas, pero ninguna fea. Quizá no nos gustaran todas, más cada una tiene características únicas que la diferencia de las demás. ¡Eso eres tú, única!

La baja autoestima generalmente se gesta en la niñez y se deriva, entre otras cosas, de no sentirnos queridos por ser quienes somos; es decir, por no sentirnos aceptados, apreciados ni valorados. De este sentimiento de no sentirnos amados se deriva la baja autoestima, la falta de confianza en nosotros mismos y que es fundamental para que en la edad adulta nos sepamos relacionar de una manera sana con los demás.

Para crecer en la autoestima es importantísimo crecer en el amor, comenzando con el amor propio, personal. Y con esto no me refiero a convertirnos en personas egocéntricas ni egoístas sino en reconocer, valorar y apreciar, repito, nuestro valor y dignidad como personas.

Hay que reconocer lo que poseemos en vez de lamentarnos por lo que no tenemos. Comenzaremos a dejar la baja autoestima en el pasado cuando reconozcas lo llena de bendiciones que estás, agradeciendo todo lo que eres y dejando de sufrir por lo que te hubiera gustado ser.

Estas son solo algunas sugerencias para cambiar la falta de autoestima en abundancia de amor personal:

  1. El primer paso y el más importante es amarte y aceptarte tal como eres. Si eres creyente te resultará más sencillo porque sabes que hay un Dios que te ama y te acepta tal como eres y que siempre está para ayudarte a mejorar esas áreas de oportunidad que hay en ti.
  2. Cuida los pensamientos, sobre todo los que tengas sobre ti. Toma consciencia de ellos y si son negativos, cámbialos. Recuerda que tú eres el dueño de tu pensamiento y no tu pensamiento de ti. Esto es por demás importante porque los pensamientos generan sentimientos. Sobre todo, cuida de esos que te hacen sentir inferior. Evita frases como: “¡Soy un tonto, no hago nada bien, soy un inútil!
  3. Mírate en el espejo y da gracias por el ser la persona que eres. En vez de encontrarte defectos, agradece lo bueno que ves en ti. Esto es especialmente importante para las mujeres. En lugar de verte el gordito del estómago o las estrías de la flacidez, da gracias que pudiste ser madre.
  4. Sé compasivo contigo y deja de criticarte. La autocrítica negativa ¡destruye! Háblate y trátate de la misma manera que lo harías al ser que más amas en tu vida. Transforma tus pensamientos internos negativos en diálogos que te sumen, que te aporten y construyan
  5. ¡Ejercítate, segrega endorfinas! El ejercicio, -aunque te canses- te hará sentir bien, muy bien. Le dirás adiós al estrés, te pondrás en mejor forma, además de subir tu sistema inmunológico.
  6. Acepta los elogios y no quieras regresarlos, quédate callado. Simplemente di: ¡gracias, de verdad aprecio tus palabras! Al principio te costará trabajo y querrás regresar la alabanza, sin embargo, haz un trabajo interno y recuerda que si te lo dicen es porque lo sienten y porque de verdad te aprecian.
  7. Enfócate en que la competencia es primero contigo mismo. No te esfuerces tanto en ser perfecto como en lograr tus sueños. En ese afán de lograr la perfección puedes perder dejar de disfrutar el camino que te lleva a lograr tus metas.
  8. Sé paciente contigo. No tomes tus errores y fracasos tan en serio; míralos mejor como un área de oportunidad para crecer y aprender.
  9. Reconoce las cualidades y talentos que hay en ti y ponlos al servicio del mundo. Todos tenemos algo en lo que somos buenos, ¡descúbrelo en ti y explótalo! ¿Te gusta escribir? Pues dale vida a esas letras y ponte a escribir. Nada en este mundo es insignificante.
  10. Sal de ti para entrar en los demás, es decir, sirve, ayuda a alguien. Es impresionante como funciona esto del servicio:  tú ayudas y el que sale beneficiado eres tú porqué te darás cuenta de la diferencia que puedes hacer en los demás; la opinión que tienes sobre ti crecerá al sentirte útil.

La aceptación, que es prima hermana de la estima, también incluye reconocer y admitir que tienes áreas de oportunidad en las cuales crecer y que que por tu bien y el del mundo debes trabajar para mejorar. Recuerda que eres un ser muy valioso y que fuiste creado por Dios, por amor y para el amor. No esperes que alguien más reconozca tu valor. Comienza por valorarte tú y verás los milagros que empiezan a suceder en tu vida.

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