A los tres años aprendió a leer sus cuentos y solía contarlos de memoria, sin embargo, a Valerie Aguilar le aburría las clases en el colegio. Su pasión era armar rompecabezas de más de 50 piezas. Hasta que sus padres decidieron cambiarla de escuela, no se enteraban que su pequeña Valerie Aguilar, era un genio. Literalmente, se trataba de una niña superdotada.
Los profesores se irritaban, porque distraía a los demás. “No acostumbro escribir en mis cuadernos, no me sirve”, comenta risueña la ahora adolescente de 15 años para un diario local.
Sus notas son altas, pero lleva a casa bajas calificaciones en conducta. Interesada en aprender quechua, domina el inglés, francés, alemán, italiano, chino y coreano. Con un coeficiente intelectual de 132, la adolescente forma parte de los 600.000 ciudadanos peruanos superdotados que existen en el país.
Peruanos superdotados
El número de ciudadanos peruanos superdotados supera el 2% por ciento a nivel mundial. En el Perú las personas con coeficiente por encima de 100 reciben una educación de calidad, en el sistema público, a través del “Programa de Atención Educativa para Niños con Facultades Talentosas Sobresalintes” (PAENFTS) que promueve el Ministerio de Educación.
Hasta el momento 3.000 niños superdotados de sectores populares al norte y este de la ciudad reciben una educación de calidad. Sin embargo, aún no es suficiente. En el país no existe un centro educativo para los peruanos con esta condición, pero los colegios de alto rendimiento son un buen intento.
Valerie prefiere resolver los problemas de matemáticas en su cabeza y no en el cuaderno, y es que para ella el mundo va lento. La dedicación que recibió de sus padres cuando era niña significó mucho en su desarrollo. Su madre Liliana Dellisanti encontró en el sistema Helicoidal una forma de ayudar a su hija.
Sistema educativo
Una persona talentosa en el país encuentra dificultades para su aprendizaje porque el sistema educativo no se adecua a ellos, señala Pierrick Labbe, director de la Asociación de Superdotados de Perú. Sin embargo, quienes cuentan con el amor de sus padres logran destacar y conseguir logros para el país en diversas disciplinas, como lo hizo Kabir Pajares, niño superdotado, convertido en literato a los 9 años.
Los niños superdotados corren el riesgo de no ser captados en el aula. Los maestros no están capacitados para identificarlos, suelen señalarlos como personas con el trastorno del déficit de atención e hiperactividad. Pero para Vanesa Caycho lo que parecía ser una dificultad se convirtió en una oportunidad. Ella es una arquitecta superdotada. A sus 38 años se convirtió en una empresaria exitosa. Su creatividad no tiene límites.
En el Perú estas personas en su mayoría logran salir adelante gracias al amor de sus padres, que es su gran respaldo.
Hoy celebramos a...