Las escuelas emplean nuevas tecnologías pero dejan de lado esta actividad En un mundo donde el teclado tiene el predominio de nuestro quehacer cotidiano, el gran arte de escribir a mano se pierde cada día más y más. Computadoras, tabletas, smartphones dejan de lado al papel y lápiz, sin saber cuántos grandes beneficios aporta la escritura, sobre todo a nuestro cerebro. Investigaciones realizadas en la Universidad de Stavanger (Noruega) y en la Universidad del Mediterráneo de Marsella (Francia) han analizado la reacción del cerebro cuando se escribe utilizando un teclado con las dos manos y cuando se emplea una sola mano sobre el papel.
Las dos universidades han llegado a la conclusión que al escribir a mano se activan simultáneamente tres procesos cerebrales: la área visual, ya que estamos viendo lo que está en nuestro papel, la habilidad motora, porque colocamos el lápiz o bolígrafo sobre el papel y lo movemos para trazar las letras, y las capacidades cognitivas, ya que recordar la forma de cada letra requiere un tipo diferente de respuesta del cerebro.
Por lo tanto escribir a mano:
- Ayuda a la memorización de los contenidos para poder elaborarlos mejor y para reformularlos.
- Ayuda a la creatividad: Generar nuevas ideas coordinándolas con emociones para hacerlas activas y “transcribiéndolas”. Requiere un proceso que aumenta las capacidades creativas de cada uno de nosotros.
- Ayuda a la ortografía ya que es más fácil cometer errores y con ello aprender y mejorar.
- Nos pone en equilibrio con nosotros mismos pues nos permite expresar emociones e ideas, para que sean de alguna manera “física”. Al releer lo que hemos escrito podemos hacernos una autocrítica, a observarnos a nosotros mismos desde un punto diferente de lo habitual. Es como verse a sí mismo desde fuera.
- Optimiza la eficacia del aprendizaje ya que el cuerpo y la mente elaboran conceptos mentales que facilitan la comprensión.
- Ayuda a estimular las capacidades cognitivas del cerebro. Cuando escribimos obligamos al cerebro a reducir la velocidad de sus funciones, de modo que la mano pueda escribir físicamente el concepto en un papel de esta manera. El cerebro activa las funciones relacionadas con la revisión y reorganización de los pensamientos.
- Ayuda a vivir las emociones de manera serena. Muchas veces sirve de desahogo cuando tenemos sentimientos ambivalentes, desencontrados o nos pueden ayudar a gestionar la ira y los enojos, entre otros.
Por esta y por otras tantas razones sería necesario fomentar la caligrafía en las escuelas para estimular en los niños todas estas habilidades.
Actualmente los estudiantes casi no practican el arte de escribir pues, debido al avance de las nuevas tecnologías, emplean teclados desde edades cada vez más tempranas.