La hipersexualización de la mujer parece no tener ni límites ni edad. En plena lucha por la igualdad de la mujer, parte de la industria de la moda y la belleza se alimenta de la visión machista de la mujer como objeto sexual.
Hace tiempo que este fenómeno se ha implantado en la infancia. En el mercado encontramos miles de juguetes y de productos y servicios de moda y belleza dirigidos a niñas que, al consumirlos y sin percatarse de los peligros, van adquiriendo comportamientos de mujeres objeto y contradictorios con su temprana edad.
Se produce lo que el Informe Bailey, encargado ya en 2001 por el Gobierno británico, definió como “la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de la vestimenta considerados como demasiados precoces”.
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Esta infancia cada día más erotizada comienza incluso en el momento del nacimiento de la criatura. La última polémica relacionada con la imagen sexual de las niñas tiene como protagonistas a recién nacidas y a bebés que no han cumplido siquiera un año.
La compañía Pee Wee Pumps apuesta por adelantar más si cabe la sexualización de la infancia al comercializar tacones diseñados para bebés de 0 a 6 meses con estampados aterciopelados y satinados de zebra y leopardo.
Todavía no saben gatear ni desean los zapatos de sus madres pero la publicidad de estos “tacones-patuco” los considera su “primera declaración de moda”. Collares de perlas, tutus y adornos florales en la cabeza completan el look de estas bebés que posan ante la cámara con mirada inocente.
¿Las han convertido ya en objeto sexual? La polémica está servida.
Hoy celebramos a...