El caso de Yuliana Samboní, una niña de siete años, conmocionó a la sociedad colombiana luego de que trascendiera de que había sido secuestrada, violada y asesinada a manos de su verdugo, el arquitecto Rafael Uribe Noguera, en diciembre de 2016.
El caso tomó mayor gravedad luego que se conociera que Yuliana estaba expuesta una situación de extrema vulnerabilidad, tal cual confirmó la jueza que estuvo haciendo el seguimiento de este caso, reproduce El Espectador.
“A los 7 años ya estaba desescolarizada, hacinada, ingenua y atenta a cualquier limosna que pudiera mejorar su situación y la de su núcleo familiar. Mujer, niña y pobre, era el ser más débil entre los débiles y el mejor escenario para ejercer un brutal acto de dominación. Todas esas circunstancias las anticipó Rafael Uribe Noguera”, expresó
En ese sentido, el tema volvió a tener repercusión en las últimas horas pues la Justicia colombiana, que actuó con una velocidad para nada común, lo condenó a 51 y 10 meses de prisión, algo que para muchos es considerado como ejemplar.
“Una condena en cuatro meses es sin lugar a dudas un triunfo que da confianza en la justicia”, expresó a El Colombianoel penalista y jurista Francisco Bernate, quien tuvo contacto con el propio hermano del asesino el día del crimen.
Pero además de la presión social que se generó a raíz de este caso, otro factor que tuvo influencia para la rápida sentencia tuvo que ver con la Ley Rosa Elvira Cely, que fue aprobada hace tres años y que tipifica el “feminicidio” como delito para garantizar la sanción e investigación de las violaciones contra las mujeres, prosigue El Colombiano, un instrumento jurídico que de alguna manera le dio fuerza a la decisión final con respecto al caso Yuliana.
De no ser por esto, especulan diversos analistas, era posible que la resolución judicial se dilatara algún tiempo más.
“La violencia sexual hacia niños y niñas es hoy por hoy la mayor clase de violencia que tiene el país con dos agravantes: está en aumento y el subregistro es muy alto”, señaló a El Colombiano el director del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Carlos Valdés, quien además confirmó que desde que se aprobó la Ley en el año 2015 hubo 345 denuncias por “feminicidio”.
Aunque también consideró que la mayoría de los casos de violencia sexual hacia niños y niñas no se denuncian porque suelen estar involucradas personas conocidas como los padrastros, los principales victimarios.
En tanto, a pesar de que la Fiscalía decidió apelar la sentencia por considerar que se debe aplicar la pena máxima de 60 años para el asesino de Yuliana, el caso brinda esperanza para las mujeres de Colombia, donde –al igual que en otros países de la región- los delitos hacia ellas cada vez generan mayor estupor y conmoción.
No obstante, aún quedan muchos casos inmunes, pero al menos esta sentencia logró despertar la atención de muchos y de aquí en más será un precedente muy fuerte.
Hoy celebramos a...