La restauración del Santo Sepulcro es un signo de la necesaria unidad de los cristianos en JerusalénLa Custodia de Tierra Santa informó que el papa Francisco ha donado un millón de dólares para financiar la restauración del Santo Sepulcro y la Natividad. De hecho, en Jerusalén, el 22 marzo se celebrará una liturgia ecuménica por la conclusión de los trabajos de restauración tras nueve meses de intervenciones realizadas por el equipo de la profesora Moropoulou. Asimismo, se especifica que la aportación de 500.000 dólares destinada a las obras del Santo Sepulcro será para futuros trabajos.
Los esfuerzos para la reparación de la tumba de Jesús además han sido una ocasión de relanzar las relaciones ecuménicas debido a la colaboración conjunta de las Iglesias católica, greco-ortodoxa y armenia. Así los fieles y peregrinos a partir del miércoles podrán admirar sin andamios uno de los lugares más fascinantes de la historia cristiana.
La inauguración – afirma la Custodia Terrae Sanctae – no supondrá el fin de las obras que proseguirán. A la vigilia del día de la inauguración se anunciará que las Iglesias están definiendo un acuerdo que les permitirá realizar otra fase de trabajos para seguir manteniendo el decoro del lugar sagrado.
En efecto, el Santo Sepulcro resguarda los escenarios de la muerte de Jesús y recobrará su forma tras dos siglos de menoscabo. El Edículo del Santo Sepulcro, desde el siglo IV, la tumba de Jesús está cubierta por un templete, que ha sido destruido y reconstruido varias veces. El que está actualmente fue reconstruido en 1810. Estos trabajos han permitido acceder a la roca original de la tumba por primera vez desde 1555. Los visitantes podrán admirar el descubrimiento a través de un vidrio.
La Iglesia venera la tumba vacía de Jesús y es un escenario de varias construcciones sobrepuestas a consecuencia de las diversas edificaciones históricas hechas en los siglos.
La restauración en sí misma constituye un logro ecuménico y de acercamiento entre las Iglesias católica, ortodoxa y armenia. Por ello, durante la inauguración estarán presentes las autoridades: Theophilos III, Patriarca greco-ortodoxo, Fr. Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa y Nourhan Manougian, Patriarca armenio apostólico. También asistirá a la inaguración Pierbattista Pizzaballa, actual administrador Apostólico del Patriarcado de Jerusalén de los Latinos, quien inició la obra, cuando entonces era Custodio de Tierra Santa.
3,5 millones de dólares es el costo total de las obras, sin embargo no se ha informado de sobrecostos o si se ha superado la cantidad del presupuesto inicial.