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4 verdades que todo el mundo debería conocer sobre el Corán

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María Angeles Corpas - publicado el 16/03/17
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Pautas sencillas y útiles para comprender lo que significa el libro revelado para los musulmanes¿El Corán es “increado”? Sí y no. Efectivamente, responder a esta cuestión no es simple. Aún más, cuando se trata de personas no familiarizadas con el islam en general y con la hermenéutica coránica (metodología para su interpretación), en particular. Para abordar esta pregunta, es necesario dar unas pautas sencillas, pero muy útiles. En primer lugar, para comprender lo que caracteriza al Corán como texto revelado para los musulmanes. En segundo, para poder apreciar de modo adecuado las diferencias con otras tradiciones.

1. El Corán (Qur’an, recitación) es considerado por los musulmanes como el Mensaje transmitido directamente por Dios. La primera implicación es que, para un creyente musulmán, Dios es su autor y Mahoma es simplemente transmisor. En este sentido, se dice que es un milagro inimitable (iyaz), eterno (Qur. 17, 88) y permanente (muyiza). La segunda, es que esta revelación es entendida como “mensaje” que existía ya “en Dios” (Qur. 85, 22) ) y que “transmite” al profeta (Qur. 12,2 y 20:113). Es en este sentido que puede considerarse como “increado”. No pensemos por tanto en una edición escrita, que aparece casi “mágicamente” de modo palpable y terminada y que se recoge en un momento concreto.

2. El Corán es un texto “histórico”. Y es en este sentido, en el que el adjetivo “increado” queda matizado. Es decir, Mahoma recibe la revelación del mensaje en el transcurso de su predicación en La Meca (610-615 / 619-622) y Medina (615-619 / 622-632). Con un volumen similar al del Nuevo Testamento, se distinguen las 114 azoras o capítulos mekkíes (mecanos) y mediníes, y aparecen ordenados según su extensión y no en un orden cronológico. Esta es una clave crucial para realizar una lectura contextualizada y correcta del texto, además de ayudarnos a entender las diferencias con otros textos sagrados como la Biblia.

3. El Corán fue redactado parcialmente por Mahoma y sus seguidores. Puede pensarse con toda legitimidad, que el propio Mahoma realizó una primera redacción parcial y que sus seguidores lo escribieron. El Corán es una transcripción del mensaje revelado y memorizado por el Profeta. Esto actualmente nos sorprende, pero era muy frecuente en contextos donde la cultura oral era el modo de transmisión por excelencia.

Existen dudas sobre si ya en vida del Profeta el Corán tenía soporte escrito. Sí se sabe que existían partes dispersas escritas en palmas, pieles y huesos. De modo gradual, estos textos (transcritos o memorizados), se recapitularon en compilaciones. La primera, por encargo del primer Califa, Abu Bakr (632-634), sería la base de la versión que hoy día se considera canónica, patrocinada por el tercer califa ‘Uzman (644-656). Algo que surgió de la necesidad de unificar criterios según el tiempo de la Revelación ante un crecimiento y dispersión de la comunidad de creyentes.

4. El Corán es un texto religioso sagrado para los musulmanes. No así para los no musulmanes. Quizá resulte obvio advertir este hecho. Pero es frecuente que los no creyentes traten de “entender” el Corán y que, en cierta forma, busquen que éste les convenza de su “veracidad” o de su “falsedad”. Ya sea buscando paralelismos casi imposibles con los textos bíblicos o bien aplicando razonamientos que respondan nuestras dudas sobre una creencia que no es la propia y donde la fe es un elemento nuclear.

Finalmente, hay que subrayar que nos encontramos ante un libro de lectura, meditación y recitación para encontrar a Dios. Sagrado e increado en tanto que Mensaje revelado de ese Dios. Pero también es un objeto de estudio histórico, en tanto que recibido por el Profeta Mahoma en un contexto espacio temporal.

Así, los numerosos estudios del texto advierten que, en los no más de siete ejemplares enviados a los principales enclaves del naciente Imperio Islámico: La Meca, Damasco, Kufa y Basora, se presentan ciertas divergencias que afectan a la ortografía y la lengua. Sin embargo, aparece una unidad inquebrantable respecto al dogma.

 

REFERENCIAS:

CORPAS AGUIRRE, M.A: “¿Qué semejanzas hay entre la Biblia y el Corán?”, Aleteia (23-I-2015), en http://es.aleteia.org/2015/01/23/que-semejanzas-y-diferencias-hay-entre-la-biblia-y-el-coran/

 

 

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