Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Eustasio, obispo - Viernes Santo
Aleteia logo
Estilo de vida
separateurCreated with Sketch.

¿Qué es la distanasia?

eutanasia distanasia muerte enfermo enfermedad hospital

Shutterstock / sfam_photo

Mònica Costa - publicado el 13/03/17

Lo que familiarmente conocemos con “encarnizamiento terapéutico”.

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

Podríamos afirmar que la distanasia es lo contrario de la eutanasia. Si la eutanasia es reconocer el derecho a acortar la vida provocando la muerte por medios humanos, la distanasia es cuando se aplican medios extraordinarios, a veces dolorosos y sin beneficios, a un enfermo cuya curación es improbable.Es lo que familiarmente conocemos con “encarnizamiento terapéutico”.

Aunque sobre el papel y en la teoría la diferenciación es fácil, en la vida real no lo es, porque las fronteras entre una y otra son muy finas, porque la diferencia entre medios ordinarios y extraordinarios a veces es subjetiva, porque la medicina ha avanzado mucho y lo que antes era extraordinario ahora puede ser ordinario, porque a veces no se trata de no aplicar tratamientos extraordinarios, sino de retirarlos y se puede entender como una acción contra la vida…

Como guía para intentar delimitar la diferencia entre eutanasia y no distanasia podemos utilizar el concepto vida y muerte.La eutanasia acorta la vida y la distanasia alarga la muerte.

La vida es un don sagrado y hay que mantenerla, pero esto no significa prolongar la vida a cualquier precio. No estamos obligados a utilizar cualquier método o conocimiento científico para alargar desesperadamente una vida que se encamina a su fin. No estamos hablando ni de eutanasia activa, ni eutanasia pasiva, sino de luchar contra la muerte más allá de lo razonable, atentando contra la dignidad de la persona.

Es distanasia cuando:

– La persona se encuentra ya en una fase terminal o en agonía.

– Los tratamientos alargan el proceso de morir.

– Los tratamientos se invierten en curar, en un caso incurable.

– Sabiendo que no hay curación, se aplican tratamientos para el bien del avance de la ciencia, no de la persona aun sabiendo que producirá dolor o malestar.

– Se aplican tratamientos que a corto plazo calman el dolor o el malestar, pero alargan el proceso de muerte.

– No hay un compromiso con el bienestar de la persona en su fase terminal.

– No se le reconoce el derecho a que no se le mantenga vivo mediante máquinas, respiradores artificiales etc. , pero sin forzarle a morir sino que la muerte le llegue de forma natural.

Algunos ejemplos de distanasia:

– La persona, en fase terminal, sufre una parada cardiorespiratoria y se le aplican técnicas de reanimación.

– La persona, en fase terminal, necesita un respirador artificial para seguir viviendo y se le instala. Sí es necesario ayudarle a no sufrir la angustia de respirar con dificultad.

– A la persona con un cáncer no curable se le insiste en tratamientos en fase de investigación sabiendo que serán agresivos y le producirán dolor y no se plantea la posibilidad con honestidad. Es decir, se apela a su deseo desesperado de vivir, no a su posible deseo de ayudar hacer avanzar a la ciencia.

– La persona, en fase terminal, se le realiza una intervención quirúrgica que sólo alargará un tiempo corto su vida.

El hecho de no aplicar métodos extraordinarios, no significa abandonar a la persona, sino que se debe seguir administrando todo aquello que alivie sus dolores físicos, le ayude a aceptar su situación y se prepare familiarmente, espiritualmente y moralmente para el final y le mantenga su calidad de vida, respetando su dignidad.

Juan Pablo II en la encíclica Evangelium Vitae expresaba que “cuando la muerte se prevé inminente e inevitable, se puede en conciencia renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares. Ciertamente existe la obligación moral de curarse y hacerse curar, pero esta obligación se debe valorar según las situaciones concretas; es decir, hay que examinar si los medios terapéuticos a disposición son objetivamente proporcionados a las perspectivas de mejoría. La renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante al muerte.”

Tags:
enfermedadeutanasiamuertevida
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.