La santidad reflejada en el rostro y las vidas de niños del siglo XIX y XX
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«Yo quiero que por Jesús mi corazón sea puro como un lirio«. Estas palabras no dejan de sorprender cuando uno se entera de que fueron escritas por Anne de Guigné ¡cuando llegaba a los diez años! Qué misterio para nosotros, que hemos crecido, la santidad de los más pequeños… Sin embargo son numerosos los ejemplos de niños que desde edades muy jóvenes marcaron su entorno con su desbordante fe.
Vidas cortas, pero irreprochables yluminosas, las de estos inspiradores niños santos, beatos o venerables. Nos las propone la Iglesia para guiarnos hacia la santidad.
Estas son las imágenes y las historias de diez niños de los siglos XIX o XX venerados por la Iglesia.
Anne de Guigné (1911-1922), transformada por la muerte de su padre, se convierte a los 4 años en una niña dulce, generosa, dueña de su comportamiento. Deseaba ser carmelita, pero sucumbió a una meningitis tras preguntar a la religiosa que la cuidaba: Mi sor, ¿podría yo ir con los ángeles?
Santa Maria Goretti (1890-1902) fue acuchillada cuando tenía 12 años por un joven que quería abusar de ella y sucumbió a sus 14 heridas después de perdonar a Alessandro, su agresor.
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