Crece la inseguridad y la incertidumbre ante las recientes explosiones en la ciudad colombiana La localidad de Teusaquillo está ubicada en el centro de Bogotá. En la madrugada del sábado 18 de febrero una vez más pasó lo que tanto había generado terror el día anterior. Una nueva explosión dejó a una mujer herida y daños materiales en siete manzanas a la redonda, indica El Tiempo.
La primera respuesta que le dieron las autoridades a los vecinos fue que la explosión tuvo que ver con una extorsión vinculada al propietario de un restaurante.
Precisamente, al lado de este lugar vive Alicia Rico, una adulta mayor con alzhéimer y que aún no logra entender cómo es posible que de un día para el otro su cocina y el patio hayan quedado destruidos.
La nuera de Alicia, Ángela Martínez, hizo de veces de portavoz para la prensa y explicó que para esta señora lo acontecido con su familia representa un serio inconveniente. “Mi esposo y yo nos vinimos a vivir con ella luego de que su esposo muriera, y la recomendación del médico decía que siguiera morando en su casa, porque le ayudaba a recordar. Ahora que nos tenemos que ir porque la casa se puede caer, será difícil para ella despertarse fuera de su hogar”, expresó a El Tiempo.
“Como aún no se sabe si fue un acto terrorista, los costos de las reparaciones saldrán de nuestros bolsillos”, agregó.
Sin dudas para Alicia y su familia, así como el resto de los vecinos de Bogotá, todo esto genera una situación de inseguridad e incertidumbre. Pero lejos de alcanzar alguna solución, todo resulta más complejo, debido a que en menos de 24 horas se dieron hechos similares.
Por ejemplo, las diversas cadenas de prensa se hacían eco este domingo 19 de febrero de otra gran explosión que acontecía cerca del sector de La Macarena, muy cerca de la Plaza de Toros La Santamaría -a pocas horas de una nueva carrera- y que dejó 30 heridos, en su mayoría policías.
Algunos rápidamente adjudicaron el hecho a grupos antitaurinos, pero las autoridades no lo pudieron confirmar y siguen desconociendo a los verdaderos responsables, al igual que con las otras explosiones. En lo que va de 2017 ya se registraron varias y están siendo investigadas.
“Vamos a perseguir a los responsables y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para capturarlos… Estamos haciendo un trabajo de inteligencia no sólo en este caso, sino en otros, porque está claro que el atentado fue pensado para agredir a la Policía, nada tienen que ver con los antitaurinos. Pronto esperamos tener buenas noticias”, expresó a El Espectador de Bogotá el alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, quien se suma a las voces de otras autoridades como la de secretarios y oficiales de la Policía Metropolitana que en los últimos tiempos han reportado más de 30 casos vinculados a artefactos explosivos, al igual que atentados frustrados.
¿Antitaurinos, guerrilleros, terroristas? ¿Quiénes están detrás de las explosiones de Bogotá? Aún no hay una respuesta.
La única certeza de momento es que Colombia vuelve a lidiar con este tipo de acontecimientos. Mientras, por un lado, se habla de los avances de los acuerdos de paz entre las FARC y el ELN con el gobierno, por otro persisten estos episodios propios de la incoherencia humana. Solo queda esperar identificar a los responsables y que familias como la de Alicia vuelvan a dormir en paz y en sus hogares.