Es el país sudamericano que desecha más productos electrónicos Los pronósticos de generación de basura electrónica o e waste en América Latina de aquí a 2018 no son demasiados alentadores e incluso está muy por encima de lo que se espera a nivel global, según un informe difundido GSMA y el Instituto de Estudios Avanzados sobre la Sostenibilidad de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-IAS), que reproduce El País de Madrid.
Y en la categoría basura electrónica entran productos como ordenadores, teléfonos móviles, aparatos electrónicos y los propios medidores de energía (por lo general de pequeño tamaño y que suelen pasar desapercibidos).
Sin embargo, Brasil decidió hacer foco en estos pequeños artefactos para transformar de alguna manera el tema de la basura electrónica en una oportunidad.
Es que el reciclaje de medidores de energía conlleva beneficios para tanto para el medio ambiente como para las compañías de electricidad, pues si se realiza este trabajo de forma adecuada son perfectamente reutilizables y tienen potencial lucrativo.
A través de una alianza entre el Banco Mundial y las Centrales Eléctricas Brasileñas (Eletrobras) en seis estados se logró realizar una subasta de medidores obsoletos, transformadores, cables y otros equipos para empresas de reciclaje, prosigue El País.
De esta manera, los operadores de energía locales lograron conseguir recursos que fueron destinados, entre otras cosas, a proyectos sociales.
Por otro lado, gracias a esta iniciativa enmarada dentro del proyecto Energía Más, se logra reducir inconvenientes como medición inadecuada de energía, así como el propio robo de electricidad, algo que genera fuertes pérdidas económicas para el sector.
“En cada subasta, las empresas de reciclaje se han comprometido a destruir los medidores obsoletos, para poner fin a cualquier posibilidad de que sean reutilizados en la propia red de distribución, lo que agravaría los problemas”, explica Christophe de Gouvello, director del proyecto en el Banco Mundial. “El destino final de estos elementos se hizo rastreable para que estuviéramos seguros de que el material no iría para un vertedero”, agrega.
En la región, además de Brasil, otros países como Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú tienen marcos regulatorios para la eliminación y el tratamiento de la basura electrónica.
Pero la idea impulsada en Brasil pretende inspirar a más países (el objetivo es no quedarse solo en medidores, sino también esforzarse en reciclar otros productos), ser un ejemplo de cuidado del medio ambiente y de transformación de un problema de esta era en una nueva oportunidad donde muchos puedan salir beneficiados.