Entrevista al presidente de la Fundación Centesimus Annus – Pro PontificeEl Papa Francisco no está a priori contra el capitalismo, pero sí denuncia la ideología capitalista de una economía que mata y excluye. “El capitalismo continúa produciendo los descartados que debería curar. El principal problema ético de este capitalismo es la creación de descarte para después tratar de ocultarlo para que no se vea” (4.02.2017 audiencia miembros de la Economía de Comunión).
En este sentido, “los excesos del capitalismo financiero de los últimos diez años no se discuten”, dijo a los periodistas Domingo Sugranyes Bickel, presidente de la Fundación Centesimus Annus-pro Pontifice al final de la presentación del III Premio Internacional “Economía y Sociedad” de la Fundación “Centesimus Annus-Pro Pontifice” en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, añadiendo: “El Papa dice que el crecimiento no resuelve todo. El desarrollo integral es mucho más amplio”.
“No definiría la desigualdad como el problema principal del mundo porque la igualdad absoluta mata cualquier iniciativa”, explica el experto, porque si ha existido de alguna manera es en sociedades absolutamente tiránicas y sin iniciativa. “O sea que no es eso lo que buscamos”, dijo Sugranyes Bickel.
Precisamente, “promover el diálogo social entre sindicatos y empresarios”, es una de las líneas de compromiso futuro de la Fundación. “La desigualdad de oportunidades se puede corregir” expresó el experto, que al mismo tiempo revela el problema de la falta de “esperanza” de las personas también en “los países desarrollados en el filo” de caer en la “pobreza relativa”.
Tras la Rueda de Prensa Aleteia conversó con Domingo Sugranyes Bickel, presidente de la Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice
El Papa Francisco ha dicho que el capitalismo conoce la filantropía, no la comunión. Es simple donar una parte de las ganancias, sin abrazar y tocar las personas que reciben esas ‘migajas’ (4 de febrero audiencia Economía de Comunión – Focolares).
“Una cosa es la filantropía del mundo capitalista que es útil, que ayuda en muchas cosas, pero que tiene sus limites, porque es un añadido y otra cosa es transformar de alguna manera las propias políticas económicas y las visiones que rigen el futuro empresarial incluyendo elementos de interés común.
Existe (la economía de comunión). Existen muchísimas empresas que están trabajando en esta línea, claro que también hay ejemplos negativos. Pero, pienso que sí el Papa lo dice es porque piensa que debería haber más. Sin embargo, creo que sea una realidad existente en el mundo bajo múltiples formas, en empresas medianas. Se trata de darle fuerza a un movimiento que ya existe”.
La doctrina social de la Iglesia apoya el bien común y que la economía tenga un normal desarrollo teniendo como centro la persona y con eso, se plantea la responsabilidad del capitalismo. No obstante, el Papa advierte que el capitalismo actualmente excluye…
Él dice NO a una economía que mata. Pero, lo cual no quiere decir que cualquier economía mate. Es decir, la fuerza de su palabra (la del Papa) es grande y da urgencia a éste debate (la ideología de un capitalismo salvaje) y lo pone sobre la mesa de una forma pública como rara vez se había hecho en el pasado.
El Papa también en muchas ocasiones, cuidadosamente, ha expresado el apoyo al papel del empresario, por ejemplo, en el desarrollo. Y el Movimiento de la Economía de Comunión no discute el principio de la emprendimiento. Al contrario, lo promueve.
Ahora, la Iglesia desde siempre ha discutido los presupuestos ideológicos de un capitalismo, entre comillas. La Doctrina Social de la Iglesia tiene su fuerza en que no es una ideología, sino que es una historia global que pone preguntas e interrogantes a cualquier ideología.
Datos de la Oxfam (el sistema económico global opera al servicio del 1% más poderoso, una economía para las élites) y de otros organismos hablan de una riqueza en manos de pocos. Esto también pone un problema moral…
Eso hace parte del debate. Pero, también hay que recordar siempre que nuestra economía ha reducido la pobreza de una manera espectacular como nunca había ocurrido en el pasado. Ese proceso de crecimiento, a su vez, crea desigualdades.
Y lo estamos viendo ahora, y posiblemente, esa es la cuestión: la nueva economía que está surgiendo y cambia profundamente las normas del trabajo, pues es posible que también cree nuevas desigualdades.
La imposición y la fiscalidad no son suficientes para la corrección de las desigualdades pues hay sistemas que están en marcha desde hace varios siglos.
Nosotros en la fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice, estamos también promoviendo una nueva red de fondos voluntarios de solidaridad porque creemos que efectivamente la respuesta fiscal no resuelve el problema.
La sostenibilidad del sistema pasa por el crecimiento…
Una economía sostenible tiene que ser una economía. Tiene que haber crecimiento en un contexto institucional. Y también dentro de la cultura de los agentes económicos para que los efectos sean favorables para la mayoría. Esto requiere en cada momento, en cada época, nuevas fórmulas.
La economía de mercado preexiste a la historia del capitalismo, la inventaron los franciscanos del siglo XIII, entre otros personajes. Es decir, que hay una larga tradición cristiana, católica, en el pensamiento del valor del mercado.
Pero existen efectos negativos…
Si a eso, se refiere a los excesos del capitalismo financiero de los últimos diez años. Eso no se discute. Otro cosa es decir, como afirma el Papa, que el crecimiento no resuelve todo. El desarrollo integral es mucho más amplio.
Les invito a luchar contra la pobreza, tanto material como espiritual. Edifiquemos juntos la paz y construyamos puentes entre las personas.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 16, 2017
Más información de la Fundación: Fundación Centessimus Annus