El Pontífice en la audiencia general toma como ejemplo a grupo de niños de un coro italiano que se equivocan, pero….El papa Francisco, que en ocasiones ha indicado que los cristianos no deben tener ‘cara de vinagre’ o dejarse agobiar constantemente por las preocupaciones, hoy señaló que la “esperanza cristiana” debe ser “presumida” casi hasta la alegría de una sana “vanidad”, porque “la esperanza no defrauda” (Rm 5,1-5)”.
“‘¡En este mal momento, Dios me ama!’ ¡Y a mí que he hecho esto mal, esta cosa odiosa o fea: ¡Dios me ama. Esa seguridad no nos la quita nadie¡”, exclamó.
El Papa insistió en que debe ser una oración: “¡Estoy seguro, estoy segura de que Dios me ama!“, dijo este miércoles, 15 de febrero de 2017, en la audiencia general, ante 7.000 fieles y peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En su discurso en italiano, el Papa, continuó con la nueva serie de reflexiones sobre el tema de la esperanza cristiana.
¡Presumir del amor de Dios!
“Desde la infancia se nos enseña que no es una cosa agradable presumir. Me desconcierta la gente que presume. En mi tierra a la gente que presume se le llama pavos reales“.
“Y es cierto, porque presumir de lo que se es o de lo que se tiene, así como un cierto orgullo, también delata una falta de respeto hacia los demás, especialmente hacia aquellos que son menos afortunados que nosotros”, indicó.
Sin embargo, “ahora, -señaló- comprendemos porque el Apóstol Pablo nos invita a presumir de este amor. Yo presumo del amor de Dios porque me ama”. La esperanza donada como “don extraordinario“.
“Dios no hace preferencias, no excluye a nadie, abre su casa a todos, comenzando por los últimos y excluidos”, afirmó, e invitó a “apoyarnos los unos a los otros”.
Entonces, hay que presumir de ese amor, del “cual hemos sido llamados a ser canales humildes y sencillos para todos”. “La esperanza no defrauda”, afirmó.
Oración insistente, enseñada por los niños
El Papa explicó que un secreto para salir de las dificultades de cada día es la oración que alimenta la esperanza.
“La oración debe ser insistente”, señaló el Papa, aprovechando la enseñanza de un coro de niños italianos que equivocándose en una estrofa tras la audiencia, no perdieron el ánimo y continuaron cantando, insistiendo.
“Esto es lo que hay que hacer en la oración, insistir”, reiteró sonriente, al referirse a los niños del coro Note ascendente de San Eufemia- Lamezia Terme, en Italia.