El 58% de las playas brasileñas expresan diversos grados de contaminación Durante los meses de verano en el hemisferio sur Brasil sin lugar a dudas se transforma en uno de los destinos turísticos más visitados de la región. Sin embargo, un reciente informe del Instituto Estadual de Medio Ambiente, difundido en plena temporada estival por el diario Folha de San Pablo, enciende algunas luces de alarma.
Según el informe, el 58% de las playas brasileñas muestran diferentes grados de contaminación, de las cuales el 29% presenta un cuadro “malo o pésimo” y el restante 29% tiene consideraciones “regulares”.
Para tal conclusión, las autoridades brasileñas se basaron en el estudio de más de 1.000 puntos de 14 estados a lo largo del Océano Atlántico.
Dentro de Brasil, uno de los lugares más visitados es Río de Janeiro, lugar que tampoco escapa a esta realidad. Entre ellas, las afamadas Ipanema y Leblon. En estos casos el estudio deja de manifiesto que la afectación es provocada por recibir desagües de los canales Visconde de Alburquerque y Jardim de Ala, indica la agencia ANSA.
A pesar de las aguas cristalinas, los residuos industriales hacen su juego y se transforman en una fuerte amenaza.
Precisamente, esta situación genera preocupación no solo por ser lugares turísticos, sino por el riesgo que representa para los bañistas ponerse en contacto con estas aguas contaminadas, tal cual reconoce el infectólogo Néstor Jacob en diálogo con Clarin de Argentina, uno de los países que lleva más turistas a Brasil por estas fechas.
Para el especialista, cuando hay bacterias en el agua pueden ingresar al cuerpo por las mucosas, por heridas en la piel o por el simple hecho de tragar de forma involuntaria. Esto hace que puedan manifestarse con infecciones gastrointestinales o en otras partes del cuerpo.
“Se supone que uno va a lugares que se consideran seguros. Debería llevar antibióticos, potabilizar el agua. Imposible”, reconoce, haciendo referencia a que muchas veces es complicado para los turistas hacer un seguimiento exhaustivo del tema porque son las autoridades quienes deberían hacer el examen permanente de la situación.
Como contracara, el 42% de las playas presentó “balneabilidad óptima”, entre ellas, por ejemplo, Copacabana, al sur de Río de Janeiro. Por otro lado, se indica que los estados con la mejor calidad acuífera de Brasil son Río Grande do Sul y Paraná, contradictoriamente los menos visitados por los turistas.
Pero las playas de Brasil seguirán siendo uno de los destinos preferidos tanto de argentinos, como chilenos, paraguayos y uruguayos, entre otros. Antes de bañarse en alguna de estas playas paradisíacas lo más importante en lo posible es estar informados y mantener cierta precaución.
Si bien en muchos casos resulta difícil lidiar con todo esto, desde el punto de vista del turista, conocer estos resultados es de orden.
El aspecto sanitario de las playas se suma al brote de fiebre amarilla que tiene en vilo a varios estados de la región con más de 40 muertos y más 500 casos sospechosos, reportan los servicios oficiales, siendo Minas Gerais uno de los más afectados.