Homilía hoy en Casa Santa Marta
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“Sin la mujer no hay armonía en el mundo”. Así lo ha afirmado Papa Francisco en la Misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta. En el centro de la reflexión de Francisco, la figura de la mujer a partir de la Creación narrada en el Libro del Génesis. Hombre y mujer no son iguales, ni uno es superior al otro. Sino que ambos están llamados a llevar la armonía que hace del mundo un lugar más bello, destaca el Papa.
Francisco prosigue su reflexión sobre la Creación narrada estos días por la Liturgia. El Señor crea una serie de animales pero el hombre se siente “solo”. Por tanto el Señor le quita una costilla y hace a la mujer a la que el hombre reconoce como “carne de su carne”. “antes de verla, dice el Papa, la soñó”.
Sin la mujer no hay armonía
“Muchas veces, cuando hablamos de las mujeres, hablamos de una forma funcional. Sin embargo la mujer trae consigo una riqueza que el hombre no tiene: la mujer trae la armonía a la Creación.
“Cuando no está la mujer, falta la armonía. Nosotros decimos: ‘esta es una sociedad con una actitud marcadamente masculina y así ¿no?’ Falta la mujer: ‘Sí, sí, la mujer para lavar los platos, para hacer….’ ¡No, no! La mujer trae la armonía. Sin ella no hay armonía. No son iguales, ni uno es superior a otro. Solo que el hombre no trae la armonía, eso lo hace ella. Es ella la que nos enseña a acariciar a amar con ternura y la que hace del mundo un lugar más bello”.
Abusar de las personas es un crimen, abusar de una mujer es más que eso, es destruir la armonía
La homilía de Francisco se desenvuelve a través de tres momentos: la soledad del hombre, el sueño, y el destino de los dos: “ser una sola carne”. El Papa pone un ejemplo concreto. Relata cuando en una audiencia, mientras saludaba a la gente, habló con una pareja que cumplía 60 años de matrimonio y les preguntó: ‘¿quién de vosotros tuvo más paciencia?’.
“Ellos me miraron y luego se miraron a los ojos, no me olvidaré. Después se giraron y me dijeron al unísono: ‘Estamos enamorados’. Después de 60 años, esto significa ser una sola carne. Esto lo trae la mujer: la capacidad de enamorarse. La armonía al mundo. Muchas veces escuchamos: ‘No, es necesario que en esta sociedad, en esta institución, haya una mujer para que haga esto, se encargue de lo otro…’ . No, la funcionalidad no es el objetivo de la mujer. Es verdad que la mujer puede y debe encargarse de hacer cosas, como el resto. Pero no es su objetivo. Abusar de las personas es un crimen de lesa humanidad: es verdad. Pero abusar de una mujer es más: es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo. Es destruir”.
Dios creó a la mujer para que todos tuviésemos una madre
Por tanto el Papa concluye con una nota personal: “Este es el gran don de Dios: nos ha dado la mujer. Y en el Evangelio hemos visto lo capaz que es una mujer. Es valiente. Pero es más, es armonía, es poesía, es belleza. Sin ella el mundo sería peor. Me gusta pensar, esto es una opinión mía, que Dios creó a la mujer para que todos tuviésemos una madre”.