Capacitar docentes en el extranjero, mejorar infraestructura y adaptarse a la era digital aparecen entre los pilaresEn los últimos años los indicadores divulgados por el Foro Económico Mundial –vinculado a los niveles de productividad- con respecto a la educación en Paraguay han sido lapidarios, pues la ubican entre las peores del mundo.
Tanto la educación primaria como secundaria y la universitaria han presentado niveles de caída libre, tema que desde hace años genera preocupación en las autoridades.
A lo largo de los últimos años los estudiantes no se han quedado quietos y han reclamado mejoras en el presupuesto, aspecto que ha sido contemplado con la adjudicación de más fondos.
“Educación y salud son claves para blindar a los sectores sociales más vulnerables”, afirmaba -para justificar el aumento- el ministro de Hacienda, Santiago Peña, en agosto de 2016, reproduce ABC.
Sin embargo, el aumento del salario docente no fue contemplado en aquel entonces.
A raíz de la situación generada, recientemente, el ministro de Educación de Paraguay, Enrique Riera, señaló que para solventar el “gran déficit” de la enseñanza de Paraguay se ha decidido capacitar a maestros en el extranjero, además de hacer énfasis en mejorar la infraestructura y generar una mejor adaptación a la era digital.
En Paraguay hay unos 70.000 docentes, confirmó Riera, que están necesitando una mayor formación para que casi un millón y medio de alumnos puedan verse motivados a continuar con sus estudios.
“La educación está en crisis (…) a nuestra generación le toca la responsabilidad de preparar la de ellos para el mundo que les viene (…)”, expresó Riera en entrevista con EFE.
Es por ello que dentro de su propuesta se destaca “la entrega de becas a los profesores más brillantes para que realicen maestrías en España, Francia y otros países”.
El objetivo es que una vez que los docentes estén capacitados en el extranjero puedan regresar a Paraguay para enseñar a sus colegas lo aprendido y así elevar el nivel de formación general.
“Nunca se hizo una formación de calidad como la que exige y necesita esta nueva generación de estudiantes. (Los maestros paraguayos) no están formados suficientemente como deberían o como podrían porque estamos buscando una educación de calidad y experiencia”, expresó.
Y la situación de la capacitación de los docentes termina repercutiendo en el resto del sistema. Según recuerda EFE, cada año dejan los centros educativos paraguayos unos 80.000 jóvenes, una situación que genera a posteriori otro fuerte inconveniente.
En cuanto a la infraestructura, que también presenta serios problemas, es impostergable la acción. “Hay que cambiar la rueda del auto en movimiento”, sentenció, haciendo referencia a la situación en donde incluso hay centros educativos en ruinas.
El proyecto, reconoce el propio Riera, es ambicioso, requiere de mucho tiempo y paciencia, pero en última instancia representa un dato alentador en cuanto a que servirá para sentar las bases del futuro para un tema que en los últimos años no ha sido precisamente motivo de orgullo de los paraguayos.