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Papa Francisco a evangélicos: “Tenemos el mismo bautismo, caminemos juntos”

Ary Waldir Ramos Díaz - publicado el 06/02/17

500º aniversario de la Reforma, el Pontífice exhorta a dejar atrás el “rencor” y las luchas de antaño por motivos políticos y de poder“Tenemos el mismo bautismo, tenemos que caminar juntos”, expresó el papa Francisco ante 23 miembros de la delegación ecuménica de la Iglesia evangélica en Alemania a quienes recibió en audiencia en la mañana de este lunes, 6 de febrero de 2017, en el Vaticano.

La Reforma puso a los fieles unos contra otros, como rivales y competidores; el Papa lamentó que por demasiado tiempo se haya alimentado “la hostilidad” y las “luchas” por intereses “políticos y de poder”.

“Es significativo que, con motivo del 500º aniversario de la Reforma, cristianos evangélicos y católicos aprovechen la ocasión de la conmemoración común de los eventos históricos del pasado para poner nuevamente a Cristo en el centro de sus relaciones”, añadió.

El Pontífice invitó a redescubrir “las fuentes comunes de la fe”, “la consolidación de la memoria en la oración y la caridad, y la colaboración concreta en la difusión del Evangelio”.

Entretanto, pidió que ambas Iglesias se pongan al servicio de los demás para que el camino hacia la plena unión pueda llegar con mayor rapidez.

Lutero y los reformadores 

Francisco citó a Benedicto XVI para reiterar que la “cuestión sobre Dios” y sobre cómo “poder tener un Dios misericordioso” era “la pasión profunda, el impulso de la vida y de todo el camino” de Martín Lutero.

Así, recordó que lo que animaba a los reformadores era al final “indicar el camino hacia Cristo”. Precisamente es esto “lo que debe importarnos también hoy, después de haber emprendido, gracias a Dios, un camino común”.

Este año de conmemoraciones nos ofrece la oportunidad de cumplir un ulterior paso hacia adelante, mirando al pasado sin rencores, pero según Cristo y en comunión con Él, para proponer a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la novedad radical de Jesús, la misericordia sin límites de Dios: precisamente lo que los Reformadores en su tiempo querían estimular”, explicó.

Luchas políticas y de poder

En varias localidades de Alemania se conmemora la Reforma y se realizan eventos comunes donde participan también católicos, obispos y sacerdotes.

Francisco aceptó que fue trágico cuando los reformadores llamaron a la renovación suscitando progresos que han traído la “división entre los cristianos”. “Los fieles ya no se sintieron hermanos y hermanas en la fe, sino rivales y competidores”.

También lamentó que por demasiado tiempo se haya alimentado “la hostilidad” y las “luchas” por intereses “políticos y de poder, a veces sin ni siquiera sin escrúpulos en usar la violencia los unos contra los otros, hermanos contra hermanos”.

Igualmente dio gracias a Dios por que hoy “finalmente ‘despojémonos de todo peso’, fraternalmente corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús”, (cfr. Hebreos 12, 1-2).

“Les agradezco porque, con esta mirada, tienen la intención de acercase a nosotros, con humildad y franqueza, y a un pasado que nos da dolor, y por compartir pronto un importante gesto de penitencia y de reconciliación: una función ecuménica, titulada Resanar la memoria – el testimonio de Jesucristo”.

Acciones ecuménicas 

El Obispo de Roma reconoció los esfuerzos comunes de católicos y evangélicos en Alemania, donde inició la Reforma en 1571, a través de la oración y otros gestos ecuménicos para “purificar” en Dios la memoria para ser “renovados interiormente e invitados por el Espíritu a llevar a Jesús al hombre de hoy”.

Sucesivamente rememoró otras incitativas y signos ecuménicas previstos este año, “como el peregrinaje a Tierra Santa, el congreso bíblico conjunto para presentar juntos las nuevas traducciones de la Biblia y la jornada ecuménica dedicada a la responsabilidad social de los cristianos”.

Con todas estas citas -manifestó Francisco- “ustedes tienen el ánimo de dar una configuración concreta a la fiesta de Cristo, que en ocasión de la conmemoración de la Reforma, piensan celebrar juntos”.

Fuente común: fe en Cristo 

El redescubrimiento de las fuentes comunes de la fe, la consolidación de la memoria en la oración y la caridad, y la colaboración concreta en la difusión del Evangelio y servir a los demás son impulsos para proceder con mayor rapidez en el camino”, destacó.

El Papa indicó que gracias a una renovada “comunión espiritual” de decenios de “camino ecuménico”, hoy es posible que católicos y evangélicos en Alemania puedan deplorar juntos “el fracaso” de ambas partes por no llegar a la “unidad en el contexto de la Reforma” y “la evolución posterior”.

“Al mismo tiempo, en la realidad del único bautismo que nos hace hermanos y hermanas y en la escucha común del Espíritu, sabemos, en una diversidad reconciliada ahora, apreciar los dones espirituales y teológicas que de la Reforma hemos recibido”.

Francisco mencionó su viaje el 31 de octubre a Lund, Suecia, donde agració al Señor por esto y pidió perdón por el pasado. Para el futuro –agregó– “deseo confirmar nuestra llamada sin retorno a testimoniar juntos el Evangelio y a proseguir en el camino hacia la plena unidad”.

“Haciéndolo juntos nace también el deseo de ir más allá, en nuevos recorridos”.  Y preguntó: ¿podemos compartir con nuestro hermanos y hermanas en Cristo? ¿podemos hacer juntos otros pedazo del camino?

Diferencias morales 

De esta manera, aceptó que aún quedan “diferencias en cuestiones de fe y moral”, desafíos que quedan en el “camino hacia la visible unidad”, la cual “anhelan nuestros hermanos”.

“El dolor se siente especialmente en marido y mujer que pertenecen a diferentes denominaciones”.

Así exhortó a un mayor compromiso, “con la oración constante y con todas las fuerzas, para superar los obstáculos restantes, intensificando el diálogo teológico y fomentando la colaboración entre nosotros, sobre todo en el servicio a los que más sufren y la protección de la Creación amenazada”.

“La llamada urgente de Jesús a la unidad nos interpela, como también toda la familia humana, en un periodo en el cual experimenta graves laceraciones y nuevas formas de exclusión y marginación. También en esto es grande nuestra responsabilidad”.

El Padrenuestro para terminar 

“Con la esperanza de que este encuentro incremente aún más la comunión entre nosotros, pido al Espíritu Santo, creador y renovador de la unidad, que les fortalezca en el camino común con el consuelo que viene de Dios (cf. 2 Cor 1,4) y les indique sus vías proféticas y audaces”.

Por último, invocó la bendición de Dios sobre los católicos y evangélicos presentes y sus “comunidades”. Francisco les pidió que, por favor, lo recordaran en la oración. Y el gesto se hizo más intenso cuando pidió a los presentes acompañarle rezando el Padrenuestro.

Un gesto ecuménico fue el acompañamiento de la delegación por parte del cardenal Marx, presidente de la Conferencia Episcopal alemana. El Papa aplaudió este camino de “comunión fraternal”, prosiguiendo con “valentía y decisión” hacia “una unidad siempre plena”.

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