Operadores turísticos locales reclaman al gobierno mayor interés en la promoción de las rutas jesuíticas En 1990 las misiones jesuíticas de Chiquitos (Bolivia) fueron declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco, algo que representó una fuerte motivación para la conservación de iglesias y museos locales.
Con el correr de los años incluso las diversas localidades que comparten estas misiones desarrollaron con mucho esfuerzo el Plan Misiones con el apoyo de la iglesia católica.
Sin embargo, en los últimos días algunas luces de alarma se encendieron luego de que la prestigiosa operadora de turismo religioso del Vaticano Ópera Romana Pellegrinaggi dejara fuera de su catálogo de paquetes de viaje a Bolivia, confirma El Deber de Santa Cruz.
En ese sentido, los países que están incluidos son Paraguay, Argentina y Brasil, lo que generó decepción y molestia en Bolivia.
La directora de la Organización y Gestión del Destino Turístico (OGD) de Bolivia, Rosario Baldomar, expresó a El Deber que a pesar de los esfuerzos realizados por los operadores turísticos para formar parte del catálogo del Vaticano “lo que faltó fue la ayuda del Ministerio de Culturas para completar la gestión”.
“Los paraguayos tuvieron la buena idea de invitar al representante de la oficina del Vaticano, les mostraron los lugares, lo mismo los otros países, a nuestro Gobierno y al ministro no les interesó esto”, aseguró.
Desde el lado de las autoridades responsables aparecieron algunas voces un tanto evasivas, como la del Marko Machicao, ministro de Culturas en el momento en que se impulsaba el acuerdo, afirmando que el trabajo de impulsar el acuerdo correspondía al Centro para la Participación y el Desarrollo Sostenible (Cepad).
Pero la respuesta fue contundente. Rubens Barbery, director del Capad, negó lo dicho por el ministro de aquel entonces y expresó que es una de las tantas señales de que al gobierno no le interesa promocionar las misiones.
“Si lees la noticia internacional, es un acuerdo con la ministra Bacigalupo y el embajador de Paraguay, incluyendo Brasil, Paraguay y Argentina. Falta Bolivia. La interpretación es evidente”, agregó a El Deber.
“Bolivia es el único lugar donde las actividades que se hacen en las misiones jesuíticas son lideradas por el sector privado y marginadas por el ministerio de Culturas”, sentenció.
Mientras tanto, Chiquitos y Moxos (otra de las rutas jesuíticas bolivianas) bregarán por no quedar fuera de este circuito promocionado por la Ópera Roma Pellegrinaggi , pero para ello hace falta un esfuerzo mayor que ya fue iniciado por el propio embajador de Bolivia en el Vaticano, Julio César Caballero.
En marcha están las gestiones y solo resta esperar que lleguen a buen puerto pues el resto del mundo tiene el derecho a disfrutar también en Bolivia de “la fe, la cultura y la historia en un escenario natural único en el mundo”, tal cual indica la invitación del catálogo –de momento solo promocionando a Paraguay, Argentina y Brasil- de la prestigiosa operadora turística del Vaticano.