Quizás tu corazón esconde también discriminación, indiferencia y violencia…Abre nuestros ojos a tu presencia.
Abre nuestros oídos a tu llamada.
Abre nuestros corazones a tu amor.
Que nuestros brazos se abran a los otros.
Que nuestros corazones se abran a los extranjeros.
Que nuestras puertas se abran a los que llaman.
Que estemos abiertos hacia ti, Señor.
Abre este día hoy y siempre.
Oración tomada del del libro Flame in my heart – St Aidan for Today (David Adams, Triangle Press SPCK), propuesta por el Vaticano para la semana de oración por la unidad de los cristianos del año 2006