Aleteia logoAleteia logoAleteia
jueves 28 marzo |
San Cástor de Tarso - Jueves Santo
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

Dios está en tu vida, ¿lo percibes?

14548336276_e41ebd1ca7_k

© Hernán Piñera / Flickr / CC

Joven abrazando

Carlos Padilla Esteban - publicado el 18/01/17

Me encantaría poder decir, cada día, que Jesús vino a mí y que yo lo supe ver

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

Siempre le pido a Jesús que venga Él a mí porque yo no sé ir hasta Él. Quiero que irrumpa en mi vida. Que se haga el encontradizo. Jesús siempre viene primero. Eso lo he aprendido en mi vida. Y mi misión es intentar cumplir, allí donde me toca, la voluntad de Dios.

Quiero cumplir mi misión pequeña o grande con amor. Allí llegará el Señor y cambiará mi corazón una y otra vez. Siempre me preguntó si sabré reconocerlo. Pero pienso que habrá algo en mi corazón que me dirá que es Él. Me hará saltar y reconocer su rostro.

Le doy gracias a Dios por todos los encuentros con Él en mi vida que me han dado tanta fuerza. Siempre anhelo volver a encontrármelo de frente. Acepto sus silencios tantas veces. Pero sé que me habla muchas otras.

Lo espero. Lo busco. Lo deseo. Intento estar en mi lugar cumpliendo y tanteando lo que Dios quiere. Y allí viene Jesús, eso seguro. Viene a mí.

Me encantaría poder decir, cada día, que Jesús vino a mí y que yo lo supe ver. Es verdad que lo puedo decir de momentos guardados dentro de mi alma. Son momentos que me dan luz. Pero también tengo silencios y ausencias. Y anhelo volver a estar con Él.

A veces me pasa lo que describe el padre José Kentenich: ¡Qué fríos podemos ser en nuestro trato con Dios! ¡Cuán poca ternura y apertura! ¿Por qué somos así? Porque es, ante todo en nosotros mismos, en quien confiamos. Porque en nuestros esfuerzos por perseverar en el camino a la santidad y vivir la santidad, hemos acentuado demasiado el yo. Por supuesto, siempre hemos hablado del auxilio de la gracia y de amar a Dios como nuestro sumo bien. Pero ahora sabemos que sólo por la senda de la fe, de las virtudes, no llegaremos muy lejos”[1].

Acentúo el yo. Pienso que yo puedo. No espero que venga a mi vida. No cuento con Él sino con mis fuerzas. Como si todo dependiera de mí. Necesito que su Espíritu venga a mí una y otra vez. Necesito ese encuentro repetido en mi vida.

No quiero vivir centrado en mí mismo. Quiero ser testigo de alguien mayor que yo. Ser testigo con mi amor, con mi entrega. Testigo de alguien que le da sentido a todo lo que hago. No soy yo. Es Él en mí. Y no quiero que los halagos me hagan olvidar a quién pertenezco. De quién soy por entero.

Quiero descubrir a Jesús en mi vida, ser capaz de hablar de Él. Anunciar al mundo cómo me ha cambiado la mirada y la vida. Él siempre rompe mis esquemas. Siempre me desborda. Siempre viene a mí, en medio de mi vida.

[1] José Kentenich, Envía tu Espíritu

Tags:
fe
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.