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Trabajar sólo en el trabajo… después, ¡eres libre!

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Aleteia For Her - Katarzyna Kozak - publicado el 16/01/17

Es posible volver a casa después de trabajar y dedicarte totalmente a la vida privada, sin pensar en el trabajo ni comprobar el correo de trabajo ni respondes a las llamadas del trabajo

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DONE AHORA

Tengo el gran privilegio de poder trabajar desde casa y elegir mis horas de trabajo. Soy una afortunada. Cada día me convenzo más de ello cuando, aún en pijama y con una taza de café, leo sentada los periódicos on line en mi ordenador portátil.

Me convencí de ello hace poco, durante la reunión, el viernes a las 18.00 horas, con los compañeros de mi anterior trabajo, quienes actualmente están trabajando en diferentes empresas en el departamento de relaciones públicas o de marketing, etc.

Todos acaban su trabajo a las 17.00 horas, en teoría. De las 12 personas, llegaron puntualmente cuatro, las siguientes seis llegaron antes de las 19 horas, y dos estuvieron trabajando hasta las 20 h. La reunión terminó a las 22 h., pero no fue posible pasar el tiempo todos juntos en la mesa.

La compañera que había llegado primero con otras cuatro personas, recibió un mensaje de texto de su jefe y tuvo que irse para enviar un correo electrónico importante.

Los siguientes dos colegas, durante la reunión, salían para hablar tranquilamente sobre los temas de trabajo, uno con su superior, otro con su compañero. Otra compañera tenía que distribuir un informe a sus colaboradores, por eso encendió su portátil durante media hora.

La mayor parte del tiempo hablamos de trabajo, de que tenemos demasiado y estamos cansados. Al final, empezamos a imaginar una realidad profesional en la que no hay llamadas de negocios o correos electrónicos después del horario laboral. Y un trabajo que en realidad termina a las 17.00 h. Recordamos con añoranza los tiempos sin móviles ni portátiles, y nos fuimos a casa.

Las buenas prácticas de las empresas occidentales

Nuestros sueños son una realidad en algunas empresas en Occidente. Son lugares que no requieren que los empleados se mantengan en contacto después del trabajo, o incluso lo prohíben.

En la sede de Google en Dublín, el personal se va a casa sin sus dispositivos móviles, especialmente para poder descansar.

Del mismo modo, el fabricante alemán de automóviles Daimler; allí, aparte de que el personal no tiene acceso a los correos electrónicos después del trabajo, cuando se va de vacaciones, los correos electrónicos entrantes se eliminan automáticamente. A la vuelta no tienen que responder a la correspondencia pendiente, sino pueden trabajar con normalidad.

La empresa francesa TI Atos resolvió de otra manera el tema del confort de los empleados fuera del horario laboral: renunció a la comunicación por correo electrónico. Para la comunicación interna se utilizan unas herramientas especiales, a las que sólo se puede acceder desde el ordenador de la empresa. Esta decisión fue deliberada, ya que los empleadores querían que los empleados volvieran descansados por la mañana y no estresados por el trabajo en casa y por el contacto con sus superiores.

Estos son ejemplos únicos y, por desgracia, nada indica que se convertirán en la norma. Pocas empresas tratan a los empleados como una inversión a largo plazo, muchas más bien como un limón para exprimir.

La solución francesa

Otra manera más sistemática para permitir que los empleados puedan separar la vida privada del trabajo fue introducida el 1 de enero de 2017 en Francia.

Después de salir del trabajo, los empleados pueden, sin remordimientos y sin consecuencias, “no estar conectados”, pueden tener apagados los teléfonos de empresa o no recibir llamadas del jefe y no están obligados a comprobar el buzón de correo.

No se aplica a todo el mundo, sino las personas que trabajan en las empresas que emplean a más de 50 trabajadores. Éstas están obligadas a llegar a un acuerdo con los empleados y desarrollar un programa que indique claramente cuándo los empleados deben estar disponibles después del trabajo y cuándo no.

Las nuevas soluciones especifican cuándo el empleado puede dedicarse tranquilamente a la vida hogareña, sin ser molestado por el jefe.

La adicción al trabajo, a la larga, genera grandes pérdidas en las empresas.

¿Por qué es tan importante? La comprobación demasiado frecuente del correo de trabajo – ya sea en el lugar de trabajo o en casa, aparte de no ser propicia para la productividad, tiene también un impacto negativo en la salud mental y contribuye al agotamiento profesional.

En una conferencia de la British Psychological Society (Sociedad Británica de Psicología) en 2015, Cary Cooper, profesor de psicología y de la salud de las organizaciones, explicó que la obsesiva comprobación del correo de trabajo lleva el sello de la adicción, que se refleja negativamente en la vida familiar de los empleados.

Cooper hizo un llamamiento a las empresas británicas a no permitir que los empleados trabajen después del horario laboral, los fines de semana o en vacaciones. En su opinión, el objetivo de los empleadores debe ser, entre otros, tratar de combatir la adicción al trabajo entre sus empleados, porque a largo plazo genera grandes pérdidas en las empresas.

Suena bastante convincente, porque en términos de productividad, el Reino Unido ocupa el penúltimo lugar entre los países del G7.

En este caso, se confirma el principio menos es más.

Tags:
adiccionfelicidadmanagementtrabajo
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