En la audiencia general, Francisco afirma que nuestras propias seguridades no nos salvarán, solo la esperanza en Dios“Dios siempre escoge lo pequeño, lo que no cuenta, para enseñarnos la grandeza de su humildad”, dijo el Papa Francisco este miércoles 21 de diciembre en el aula Pablo VI del Vaticano ante 4000 fieles y peregrinos, entre ellos algunos enfermos acompañados.
Su catequesis, centrada en el tema de la Navidad de Jesús, fuente de esperanza, forma parte de un ciclo iniciado hace dos semanas sobre el tema de la esperanza cristiana.
El Papa remarcó que nuestras propias seguridades no nos salvarán, sólo nos salva la esperanza en Dios. E invitó a ver a María que con su “sí” ha abierto a Dios la puerta de la salvación.
Después dirigió la atención a los pequeños que siempre esperan en Dios e invitó a que nos preparemos para la Natividad del Señor. “¿Mi vida interior está cerrada, quieta? ¿o camino con esperanza?”, preguntó.
A pocos días de la Navidad, Francisco invitó a contemplar el nacimiento del Hijo de Dios como “el momento concreto en el que la esperanza entró en el mundo”.
“Dios se despoja de su divinidad y se acerca a su pueblo, manifestando su fidelidad y ofreciendo a la humanidad la vida eterna”, explicó Francisco.
“El nacimiento de Jesús nos trae una esperanza segura, visible y evidente, que tiene su fundamento en Dios mismo. Jesús, entrando en el mundo, nos da fuerza para caminar con Él hacia la plenitud de la vida y vivir el presente de un modo nuevo”.
“El pesebre que preparamos en nuestras casas nos habla de este gran misterio de esperanza. Dios elige nacer en Belén, un pueblito insignificante”, indicó.
El Pontífice subrayó la pobreza del Niño Jesús en el Belén. “Allí, en la pobreza de una gruta, María, Madre de la esperanza, da a luz al Redentor”.
José, el padre de Jesús, fue también objeto de atención del Papa. “Junto a ella (María) está José, el hombre justo que confía en la palabra del Señor; los pastores, que representan a los pobres y sencillos, que esperan el cumplimiento de las promesas de Dios, y también los ángeles cantando la gloria del Señor y la salvación que se realiza en este Niño”.
Apelo por el Congo
Tras un encuentro reciente con el presidente y el vice-presidente de la Conferencia Episcopal de Congo, el Papa dirigió nuevamente un sentido apelo por la situación de los congoleños en “este delicado momento de su historia” para que sean “artífices de reconciliación y de paz”.
El Papa invitó a los que tienen responsabilidad política a que “escuchen la voz de la propia conciencia, sepan ver los crueles sufrimientos de sus connacionales y tengan en su corazón el bien común”.
Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en idioma español. “Que por intercesión de la Virgen y de san José, la contemplación del misterio de la Navidad nos ayude a recibir a Jesús en nuestra vida, y podamos ser humildes colaboradores en la venida de su Reino, Reino de amor, de justicia y de paz. Feliz Navidad, llena de esperanza para todos”.
La audiencia concluyó con el canto del Padrenuestro y la bendición apostólica.