A cuál mejorLa lista podría ser inabarcable y tener tantos títulos como deportes existen, pero hemos seguido el criterio de que sean buenas películas, que aporten algo y que tengan una calidad narrativa y técnica mucho más que decente y por encima de la media.
Dentro de las películas, el tema del deporte es fundamental, pero o bien colateralmente o bien directamente, las películas propuestas ofrecen un valor por sí mismas y tienen, la más de la veces, una trama interna que ofrece una visión no meramente deportiva.
Por último, decir que el orden del 1 al 9 no contiene la idea de que la primera es la mejor, simplemente es una numeración: todas merecen la pena y se puede empezar por la que más se desee. Así que si alguien quiere tener una época, sesión o mes de “películas de deporte” este es su artículo y esta su lista.
1. Camino a la gloria (Baloncesto)
Película basada en hechos reales, y muy reales. Con mucho la mejor película sobre baloncesto que se ha hecho y una historia que se ajusta bastante bien al momento histórico que describe y a los hechos que acontecieron.
USA, el problema del racismo sigue socialmente vigente aunque no en la ley. Por primera vez, un equipo universitario, liderado por un joven entrenador sin prejuicios, hará algo increíble y fascinante.
Las controversias no se omiten y están tratadas con inteligencia. Las escenas de baloncesto son buenas y emocionantes. Y la historia es un alegato a la valentía y la honestidad.
2. Carros de fuego (Atletismo)
Película histórica, ahora sí, en todos los sentidos. Es histórica porque está basada en los hechos históricos que sucedieron en los Juegos Olímpicos de París. Es histórica porque viendo los detalles uno aprende a entender las vicisitudes del momento (la sociedad británica de aquellos días, la relación problemática en el deporte entre lo amateur y lo profesional, las emociones y el sentido religioso en la clase obrera). Es histórica porque se ha quedado también en la historia del cine: su inigualable banda sonora, las fantásticas imágenes de las carreras o de los entrenamientos en la playa.
Tiene algo de lentitud la cinta, pero quizás es debido a que ahora vivimos en la prisa y los videoclips. Tiene la virtud de la ganancia de quien sabe esperar. Y no defrauda.
3. Juego de honor (Golf)
Es difícil hacer del golf un deporte interesante para quien no lo practique. Sin embargo, Billy Paxton, el director, hizo con esta película algo inaudito: mostrar que el golf tiene historias que contar y además contarla de modo entretenido y distinto.
Se basa en la historia real (que está en los anales del deporte) de un joven jugador de golf de principio del siglo XX. En un momento en el que el golf estaba dominado por los ingleses y por la alta aristocracia (también la estadounidense), los norteamericanos crearon el US Open, que es “open” precisamente porque está abierto a todos los jugadores que pasan el corte.
Ahí aparece la figura de Francis Ouimet, un joven que empezó de cadi y que hizo historia en muchos sentidos. Uno de ellos, remarcable, en usar de cadi a un amigo. Muy divertida, muy bien filmada, una técnica novedosa, y una más que buena interpretación de Shia Labeouf.
4. Invictus (Rugby)
Es la historia auténtica del equipo nacional sudafricano de Rugby en la época en que Mandela acababa de llegar a la presidencia. Filmada con sencillez y sin pretensiones, muestra que los milagros se dan y se dan con coraje y valentía. Hay un canto a lo imposible que se hace posible, a la hermandad de los hombres y a la propia deportividad del deporte. El deporte puede unir a la gente porque hace un paréntesis en las reglas de la vida y muestra otras reglas en medio de un estadio.
El equipo arrodillado rezando (hecho real que sucedía) no es un tema menor. Como tampoco lo es el perdón y la inteligencia de Mandela al entender que sólo se puede reconstruir algo de verdad desde la continuidad que da ese perdón antes que con la destrucción y la venganza.
5. Rocky (Boxeo)
Es un peliculón. Así, con mayúscula. Es la prueba de que con poco se hace mucho, y que la escasez de recursos puede generar una película auténtica. Es la historia de un perdedor que sabe que sólo se ganan las cosas con el afecto y la pasión verdadera. Rocky , el personaje, es un sentimental en el cuerpo de un gigante.
Su guión es inteligente, las escenas de boxeo memorables, y la delicadeza y el detallismo con el que muestra las relaciones humanas es muchísimo mejor que muchos dramas de pacotilla que se venden hoy en día. Rocky no sólo es una película de boxeo, es de esas películas que no caducará nunca.
6. El mejor (Béisbol).
Película que ya hemos comentado en la sección de Cine y Valores. Es la historia de un joven talento que ha desperdiciado y errado sus años dorados, y que casi en sus cuarenta recibe una segunda oportunidad para jugar en la primera división de la liga de béisbol.
Protagonizada por Robert Redford (que está inmenso como sólo él sabía hacer) y Glenn Close (fantástica), contiene memorables y emotivas escenas de superación, y, sobre todo, del valor de la familia frente a cualquier situación.
7. Jerry Maguire (Fútbol americano)
Es posiblemente de las 9 de la lista la que menos toca lo deportivo directamente, sino, más bien, lo que rodea al deporte. En este caso, el tema de los agentes comerciales, la publicidad y el dinero que se genera. En ese sentido, la película va sobre lo que hay de verdadero detrás de toda esa apariencia.
Tom Cruise se sale y hace una gran interpretación. Cuba Gooding Jr. saltó a la fama por este trabajo. Es la historia de un agente comercial al que un día se le aparece la conciencia en forma de memorándum: quiere dar valor a las relaciones humanas. Entre la comedia, el drama y la gesta deportiva, al final de la cinta se encuentra el valor de lo verdadero.
8. Evasión o victoria (Fútbol).
Un clásico, y de los buenos. ¿Quién no ha pensado alguna vez que las guerras deberían disputarse en un partido de fútbol? Esa es la idea de la que parte de la película. En este caso es la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros alemán, donde concurren un oficial alemán y un prisionero inglés que ambos fueron jugadores de futbol con sus selecciones antes de la guerra.
A veces se le va el realismo en las escenas de los partidos, pero todo está compensado por ver a grandes jugadores internacionales del momento manejar el balón, o por la propia trama interna de escaparse o no escaparse del campo de concentración.
El reparto es estelar: Max von Sydow, Michael Caine, Pelé, Silvester Stallone. Entre la emoción de una escapada y la emoción del deporte, la conexión está garantizada.
9. Tocando el vacío (Montañismo).
Es más un documental que una película, pero tiene en él la ficcionalización muy realista de la historia que pasó, con el valor añadido de las entrevistas a los personajes reales. Se trata de una historia de supervivencia a toda costa, hasta lo insospechado. Dilemas morales a raudales, sufrimiento, valentía y arrojo en el ambiente de la montaña. Deja pegado al asiento.