Kirk Douglas solo rodó dos películas con Stanley Kubrick, dos genios demasiado buenos como para estar juntos mucho tiempo“Stanley Kubrick es una mierda con talento”
Kirk Douglas
La cita que encabeza este artículo resume con bastante exactitud la relación que siempre hubo entre Kirk Douglas y Stanley Kubrick, probablemente una de las más fugaces y fructíferas relaciones entre actor y director en Hollywood.
Bien es verdad que fue Douglas quien sacó de la segunda fila a Kubrick, lo que no quita que el cineasta estuviera haciendo malas películas, sencillamente eran largometrajes pequeños sin demasiada repercusión y escaso éxito.
Douglas se fijó en Kubrick cuando vio Atraco perfecto, un peliculón sobre un atraco que le seguiría enseñando un par de cosas a Quentin Tarantino pero que no gozó de una gran distribución. Kirk Douglas no se lo pensó y lo llamó para ver si podían trabajar juntos.
En aquel momento Kubrick tenía un guión entre manos titulado Senderos de gloria. Estaba basado en una novela de Humphrey Cobb y lo había escrito Calder Willingham y Jim Thompson y a Douglas le entusiasmó. Era un relato antibelicista, muy duro, donde el patriotismo y la disciplina militar no salían muy bien paradas.
Douglas consiguió el dinero pero a Kubrick le preocupaba que el film no diera un duro en taquilla y cambió el guión de arriba abajo. Kirk Douglas, que además era el productor de la película, puso el grito en el cielo, o se hacía el libreto que él había leído o no habría película.
Cuentan que Kubrick nunca perdía los nervios, ni si quiera con Kirk Douglas, un titán delante y detrás de la cámara. Kubrick y Douglas solo hicieron dos películas juntos, lo que es mucho para un realizador con una filmografía de trece películas.
Fueron dos obras maestras pero sobre todo, fueron dos rodajes tormentosos que en gran medida nos pueden indicar qué clase de tipos eran Kirk Douglas y Stanley Kubrick. Por decirlo sin pelos en la lengua, el ego de ambos no cabía en la misma habitación ni desafiando las leyes de la física. Los dos estaban demasiado seguros de lo que estaban haciendo.
Kubrick siempre exigió tener el control y Douglas se lo quitó. Sabía que tenía un cineasta de primera dirigiéndolo pero no podía evitar hacer las cosas como a él le parecía que eran correctas.
Cuando el Kirk Douglas productor echó a Anthony Mann del rodaje de Espartaco, no llamó a ninguna vieja gloria ni a ningún viejo conocido del legendario Hollywood, llamó a la mayor mierda con talento que conocía para que se pelease con Donald Trumbo (el guionista, perseguido por comunista por el comité de actividades antiestadounidense) y para que sacara adelante una superproducción de doce millones de la época. Kirk Douglas nunca fue tonto.