Una nueva heroína Disney en la estela de Brave, Diana, Mulan o la SirenitaLos pueblos polinesios dominaban los mares del Pacífico sur hace miles de años, haciéndolo además sin ayuda de avanzados conocimientos de orientación como la brújula y sin naves avanzadas como las de los vikingos. Pero aún así durante siglos saltaron de isla en isla en la vastedad de aquellas aguas hasta que repentinamente dejaron de hacerlo sin que hasta ahora los historiadores se hayan puesto de acuerdo en la razón para ese cese de su actividad exploratoria.
Sirva esta pequeña contextualización para contar con un antecedente que exponga uno de los misterios que residen en el trasfondo de esta película porque en su inexplicable esencia reside una de las razones por las que la protagonista decidirá emprender el viaje (tanto exterior como interior) en el que todo cambiará. Incluido el espectador.
Y es que si los habitantes de tierra adentro tuvieron desde los albores de la civilización la necesidad de explorar nuevos territorios y adentrarse en parajes desconocidos, atravesando montes, valles, bosques y desiertos, en el caso de los habitantes de la actual Oceanía esa pulsión consustancial al ser humano se hace casi más perentoria por lo finito de las incontables islas que constituyen su hábitat. Sobre todo si esa barrera de agua que te rodea no es sino la promesa de alcanzar nuevas islas inexploradas que están más allá del horizonte.
Así pues la protagonista de esta historia decidirá un día prescindir de la prohibición que pesa sobre adentrarse más allá de la barrera que constituye el arrecife de coral y dejarse vencer por el impulso de ir más allá, de ensanchar sus horizontes tanto visuales como vitales. Mucho mejor si en la frágil embarcación en la que afrontas tal reto te acompaña el fortachón del poblado.
Los estudios Disney, revestidos de la calidad técnica en animación 3D por ordenador que ya creíamos patrimonio de Pixar, casi podría decirse que en “Vaiana” recoge el testigo de algunas de las últimas creaciones femeninas del mundo de la animación (desde la “Brave” de Pixar a la “Tiana y el sapo” que retomaba la animación 2D con un aire tradicional), poderosas y decididas jovencitas que consiguen hacerse valer por ellas mismas, y entronca con “La Sirenita” aunque dándole la vuelta a la situación: donde aquella buscaba escapar de las aguas para caminar por tierra firme este anhela escapar de una isla donde se siente ahogada para sentirse libre en las aguas del océano.
Como colofón, en Disney regresan por la puerta grande a los números musicales de indiscutible calidad que refuerzan momentos intensos del metraje, en esta ocasión gracias al talento de un Lin-Manuel Miranda del que sólo se podrá disfrutar en la versión original, aunque es justo reconocer que como suele ser habitual en la factoría, cuando se adaptan las canciones al español se hace con excelentes artistas que no desmerecen en absoluto.
En este sentido hay que puntualizar también que el actor que pone voz en la versión original al musculoso acompañante de Vaiana es Dwayne “The Rock” Johnson, quien una vez más y aunque sólo sea por su voz, vuelve a demostrar la gran vis cómica que atesora, además de ser un perfecto trasunto de carne y hueso del personaje Maui dado que el actor es de origen samoano.
Finalmente conviene explicar el porqué el título español, aunque sólo sea como anécdota. La película tiene el título original de “Moana”, en referencia al nombre de la niña protagonista, pero se modificó por “Vaiana” para evitar cualquier posible relación o confusión con una actriz italiana de cine para adultos de los años 90, Moana Pozzi (fallecida en un accidente de tráfico a los 33 años).
Curiosamente el nombre artístico que había elegido esta actriz, de quien probablemente no se habría acordado nadie si no hubieran dado la explicación sobre la modificación del título, no encontraba su origen en la palabra inglesa moan (gemir) sino que respondía a una inspiración polinesia. Y es que el nombre Moana significa “el fondo más profundo del mar”, lo que explica mucho mejor el carácter de la protagonista de esta película que Vaiana, nombre que en polinesio significa “agua de la cueva”.
En Italia, la película se titula “Oceania” y en Francia “Viana: La princesa del fin del mundo”, y en estos casos desde Disney simplemente se refieren a que en esos dos países la marca “Moana” ya se encuentra registrada.