El santuario de Nuestra Señora de Montligeon, en Francia, es un centro mundial de oración por los difuntos
La basílica de estilo neogótico de Notre-Dame de Montligeon, situada en la comarca normanda de Le Peche, en Francia, a pocos kilómetros de la Abadía de La Trapa –en la que naciese la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, los Trapenses-, es un centro mundial de oración por los difuntos.
Consagrada a Nuestra Señora Liberadora de las Ánimas del Purgatorio, la basílica está dedicada exclusivamente a la oración por las almas de los difuntos. Tanto, que todos sus vitrales –hechos con paciente dedicación, de 1917 a 1971- están dedicados a los temas de la escatología cristiana, desde el juicio final hasta la comunión de los santos.
La basílica fue fundada por el padre Paul Buguet, el fundador de la Obra Nuestra Señora de Montligeon, reconocida por la Santa Sede en 1892, dedicada a la oración por las almas de los difuntos y, en particular –como dice la jaculatoria del Rosario- por aquellas más necesitadas de la misericordia divina.
En palabras del propio padre Buguet –recogidas en sus diarios-, se trata de rezar “por los que nadie reza”, en grupos de oración que ya hoy se han diseminado por el mundo entero.
La basílica fue construida por el arquitecto francés Maître Tessier entre los años de 1894 y 1911, en pleno apogeo del neogótico, en piedra caliza de Poitou, con dos torres flechadas en su fachada, de sesenta metros de altura cada una. Está ubicada en lo alto de una explanada, al este de Mortagne-Au-Perche.
Para visitar el website del Santuario (en francés), puede hacer clic aquí.