Al ver el retrato oficial de la Madre Teresa difundido en los días previos a su canonización en Roma, a muchos les llamó la atención la Cruz de la Unidad que aparece en el Rosario que sostiene en su mano derecha. Es una cruz en la que además de Jesús aparece, a sus pies, la Virgen María, con un cáliz en la mano que recoge la sangre que va cayendo del costado de su hijo.
El cardenal Francisco Javier Errázuriz comparte sus recuerdos de una conversación que mantuvo con Teresa de Calcuta sobre esta pequeña cruz:
(Cuando yo trabajaba en Roma), ella vino a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades para conversar sobre un nuevoInstituto de sacerdotes que estaba fundando. Su centro estaría en Tijuana. Esa ciudad sería Calcuta para ellos.
A esa ciudad llegaban muchos centroamericanos y mexicanos, que habían partido de sus hogares después dehaber vendido sus bienes, para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. No lo lograban, y quedaban sumidosen la mayor pobreza.
Cuando me saludó y vio mi cruz pectoral, que es copia de la Cruz de la Unidad, se levantó un poco el chaleco quellevaba sobre su Sari, y me mostró la pequeña Cruz de la Unidad que siempre llevaba consigo (nada me dijo del origen de la cruz que ella tenía).
Agregó: “Aquí está la madre de Diosjunto al más pobre de los pobres”. Al despedirse me pidió que le consiguiera 3.000 cruces, porque quería quecada Hermana de la Caridad tuviera la suya. Quería que lesconsiguiera ese regalo. Encontré suficientes donantes y fueron adquiridas en México. Luego se las hice llegar.
Fuente: Revista Vínculo, Chile, octubre de 2016
Artículo publicado por Schoenstatt.org