El que hoy es el Panteón Nacional de Venezuela en algún momento fue un templo dedicado a la Santísima Trinidad
La devoción a la Santísima Trinidad no parece ser particularmente profunda ni antigua en la piedad venezolana, que es preferentemente mariana. De ello da testimonio el hecho de que la mayoría de la pintura colonial venezolana representa motivos marianos. De hecho, muchas de las imágenes trinitarias que encontramos en la Venezuela colonial y republicana temprana acompañan la Coronación de la Virgen.
El culto al misterio trinitario aparece en Caracas apenas a finales del siglo XVII, cuando el entonces Regidor de Caracas, Don Pedro Ponte Andrade Jaspe y Montenegro, mandó labrar y dotar la capilla de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas, donde ahora están sus restos.
Una de sus hijas se casó con el Teniente General Don Juan de Bolívar Villegas, abuelo de Simón Bolívar, y así fue la familia Bolívar la única heredera que continuó el culto, hasta entonces sólo en la catedral metropolitana. De ahí el nombre de Simón Bolívar, “Simón José Antonio de la Santísima Trinidad”.
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