La situación carcelaria en Colombia, al igual que en varios países de la región, está atravesando un momento de crisis y así lo recordó la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en un informe divulgado en los últimos días y reproducido por varios medios locales.
La principal recomendación es hacer todo lo posible para mejorar las condiciones carcelarias del país, donde el hacinamiento es de un 55%, además de otras situaciones complejas como el maltrato a los internos.
Pero el mensaje de la ONU llega luego de varios meses del informe presentado por la Defensoría del Pueblo de Colombia en Ginebra (Suiza) donde se denunciaba el panorama de hacinamiento, la infraestructura obsoleta, la deficiente atención de salud, entre otras, indica El Universal de Cartagena. A raíz de este informe fue que surgió el reciente pedido de la ONU.
En ese sentido, el pasado 5 de noviembre se cumplieron seis meses de la declaratoria de emergencia carcelaria y la propia Defensoría solicita que “se decrete el estado de excepción de emergencia social para garantizar la vida e integridad física de los reclusos”, prosigue El Universal.
“Evidentemente, esta lamentable crisis que afecta los derechos humanos de más de 120.000 personas privadas de la libertad en Colombia, requiere una medida radical y efectiva debe ser la declaratoria de estado de excepción de emergencia que social”, indica el informe de la Defensoría en octubre.
También menciona que, si bien el hacinamiento supera el 55% en los más de 130 centros penitenciarios del país, en algunos penales la situación haciende al 100%, generando el fenómeno de “mega hacinamiento”.
Hay reclusos que “llevan años condiciones de reclusión que constituyen auténticos tratos crueles, inhumanos y degradantes, y su situación en nada mejoró durante el año 2015, por el contrario, empeoró de forma sostenida”, sostiene Defensoría.
En cuanto a las recomendaciones, la propia Defensoría hacía énfasis a la situación de salud de varios reclusos, particularmente en aquellos con enfermedades psíquicas, que deben ser llevados a centros especiales.
“Los reclusos que sufren de enfermedades mentales graves se ven expuestos a condiciones de reclusión incluso más precarias que las que debe padecer la generalidad de la población carcelaria. Así, por ejemplo, en no pocos casos son recluidos por períodos prolongados en las áreas de aislamiento de los centros de reclusión, esto es, las llamadas Unidades de Tratamiento Especializado; locaciones que carecen de condiciones para garantizar la integridad de los reclusos con algún tipo de patología psiquiátrica”, establece el informe.
Por último, se hace referencia a nuevas obras de infraestructura y más personal para brindar diversos servicios a los reclusos.
Un sistema oscuro en América Latina
Por estos días el Papa Francisco estuvo enviando a diferentes gobiernos del mundo una convocatoria para tener un gesto de clemencia con los reclusos en el marco del Año de la Misericordia. Algunos países como Paraguay dieron lugar al pedido y empezaron a estudiar el indulto de algunos reclusos.
El pasado domingo, en Roma, Francisco reunió a 1.000 reclusos procedentes de 12 países del mundo, donde ofició la misa con ellos y denunció la hipocresía social de quienes no confían en la rehabilitación, entre otras cosas.
Pero las cárceles y el sufrimiento de los presos siempre están muy presentes en el espíritu de Francisco e incluso desde antes de ser Papa.
La situación carcelaria y sus complejidades merece una respuesta contundente, pero no solo en Colombia, pues en varios países de América Latina se trata de un tema aún lleno de oscuridad.
Hoy celebramos a...