Voto “en conciencia” a propósito del cierre de la campaña electoral en Estados Unidos¿Los católicos votarán en conciencia el nuevo presidente de los Estados Unidos como pide la Iglesia católica? Es una pregunta abierta a la víspera del cierre de la campaña electoral en la que la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump compiten por llegar a la Casa Blanca.
Se calcula que alrededor de 130 millones de votantes irán a las urnas el martes 8 de noviembre para manifestarse sobre dos ideas antagónicas del mundo y que pone en un dilema real al elector: ¿Clinton o Trump?
7 preguntas clave a la hora de elegir
A continuación, presentamos 7 preguntas clave a la hora de elegir un candidato u otro, según el último discurso del papa Francisco en el que habla de los riesgos de la corrupción, la divinización del dinero y la austeridad (Movimientos Populares- sábado 5 de noviembre 2016), además del mensaje de la encíclica Amoris Laetitia y la exhortación Evangelii Gaudium.
En una campaña electoral de golpes bajos y mensajes mediatizados y propagandistas, “el riesgo” es dejarse encasillar en la opción más atractiva y, al final, caer en lo aparente y lo superficial.
“En estos tiempos de parálisis, desorientación y propuestas destructivas, la participación protagónica de los pueblos que buscan el bien común puede vencer, con la ayuda de Dios, a los falsos profetas que explotan el miedo y la desesperanza, que venden fórmulas mágicas de odio y crueldad o de un bienestar egoísta y una seguridad ilusoria”, asegura el Papa.
Entiéndase estas cuestiones como parámetros ideales en términos de “aproximación”. Nadie puede predecir el futuro de las acciones de un candidato, pero cuestionar su pasado y su presente puede decir mucho de lo que podría realizar el futuro presidente por el bien común en EE.UU. y en el mundo.
- ¿El candidato ha demostrado una vida de servicio?
El Papa explica que “quienes han optado por una vida de servicio tienen una obligación adicional que se suma a la honestidad con la que cualquier persona debe actuar en la vida”.
Esto podríamos asociarlo a la integridad del liderazgo del candidato que debe responder con su vida pública y privada.
“La vara es más alta: hay que vivir la vocación de servir con un fuerte sentido de la austeridad y la humildad. Esto vale para los políticos pero también vale para los dirigentes sociales y para nosotros, los pastores”, dijo.
- ¿El candidato vive una austeridad personal y familiar?
El Papa aquí no se refiere a la “austeridad” en términos económicos o financiaros de “ajuste”. En cambio, se describe la “austeridad moral, austeridad en el modo de vivir, austeridad en cómo llevo adelante mi vida, mi familia”.
“A cualquier persona que tenga demasiado apego por las cosas materiales o por el espejo, a quien le guste el dinero, los banquetes exuberantes, las mansiones suntuosas, los trajes refinados, los autos de lujo, le aconsejaría que se fije en qué está pasando en su corazón y rece para que Dios lo libere de esas ataduras”, aseguró.
Luego, parafraseando a Pepe Mujica, el presidente que donaba su sueldo a los pobres, aseguró: “el que tenga afición por todas esas cosas, por favor, no se meta en política, que no se meta en una organización social o en un movimiento popular, porque va a hacer mucho daño -a sí mismo, al prójimo- y va a manchar la noble causa que enarbola. Que tampoco se meta en el seminario”.
- ¿Cómo maneja el candidato la tentación de la corrupción?
“Frente a la tentación de la corrupción, no hay mejor antídoto que la austeridad; esa austeridad moral y personal”, asegura el Papa.
“Y practicar la austeridad es, además, predicar con el ejemplo. Les pido que no subestimen el valor del ejemplo porque tiene más fuerza que mil palabras, que mil volantes, que mil likes, que mil retweets, que mil videos de Youtube.
El ejemplo de una vida austera al servicio del prójimo es la mejor forma de promover el bien común”, añade.
El Obispo de Roma exhorta a los dirigentes a que no se cansen de practicar esa austeridad moral y personal. Al mismo tiempo, invita a todos a que exijan “a los dirigentes esa austeridad, la cual –por otra parte– los va a hacer muy felices”.
- ¿El candidato alimenta el miedo del electorado?
“La corrupción, la soberbia, el exhibicionismo de los dirigentes aumenta la desconfianza colectiva, la sensación de desamparo y retroalimenta el mecanismo del miedo que sostiene este sistema inicuo”.
El Pontífice ha pedido enfrentar el miedo con una vida de “servicio, solidaridad y humildad en favor de los pueblos y en especial de los que más sufren”.
- ¿El candidato insta al odio racial y a la confrontación entre distintas comunidades?
El debate actual en las campañas electorales pendula entre posiciones como la pluralidad de minorías, étnicas, culturales y religiosas y por otro lado, el nacionalismo, la uniformidad.
Obviamente, el Papa no ha tenido en mente este contexto tan específico. Sin embargo, “nos da coraje para romper la cadena del odio” a través de la fuerza de la esperanza.
Francisco cita en Amoris Laetitia a Martin Luther King, dirigente afroamericano defensor de la causa de la no violencia en Estados Unidos, “el cual volvía a optar por el amor fraterno aun en medio de las peores persecuciones y humillaciones”.
“Cuando te elevas al nivel del amor, de su gran belleza y poder, lo único que buscas derrotar es los sistemas malignos. A las personas atrapadas en ese sistema, las amas, pero tratas de derrotar ese sistema […]. Odio por odio sólo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo. Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tú me lo devuelves, y así sucesivamente, es evidente que se llega hasta el infinito. Simplemente nunca termina. En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte. La persona fuerte es la persona que puede romper la cadena del odio, la cadena del mal“. Esto lo dijo Luther King en 1957.
- ¿Cuál es la posición del candidato antes los pobres, la cultura del descarte, la creación?
¿Será un candidato que aumente la cultura del descarte? ¿Las políticas sociales son concebidas hacia los pobres, con los pobres, e insertadas en un proyecto que reunifica los pueblos? ¿Sus políticas están dirigidas a proteger la Casa Común?
El Papa sostiene que “mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales” (Exhort. ap. postsin. Evangelii gaudium, 202).
7 ¿Cuál es mi posición respecto a uno u otro candidato?
También se puede ir a las urnas movido por actitudes gregarias (donde va el partido voy yo), indiferencia (voto por este incluso si riñe con mis valores) o el clientelismo (vender el propio voto), entre otros posibles “pecados” del ejercicio de una sana democracia.
El Papa considera que la corrupción no sólo es un “vicio exclusivo de la política”. “Así como la política no es un asunto de los “políticos”, la corrupción no es un vicio exclusivo de la política”, recuerda.
“Hay corrupción en la política, hay corrupción en las empresas, hay corrupción en los medios de comunicación, hay corrupción en las iglesias….”. De esta manera, podemos decir, que las elecciones en Estados Unidos no están en manos de dos candidatos, si no en la conciencia y la voluntad de cada ciudadano con derecho a votar.
El voto como pequeño proceso de cambio
“No será perfecto (el candidato), pero es el que elegí en conciencia”, sugirió una mujer de origen mexicano respondiendo en un vox populi para un canal de televisión estadounidense.
Igualmente, el voto en blanco es una opción. Pero el ciudadano vota en la construcción de su destino y el de su comunidad.
“El futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las élites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio” (9 de julio de 2015).
El papa Francisco no se manifestará directa o indirectamente sobre estas elecciones. No obstante, en otras ocasiones, como en las elecciones de noviembre de 2015 en Argentina, pidió – interpelado por un periodista tras una audiencia general- a los católicos que voten en conciencia.
A este propósito, significa que las personas enjuicien moralmente la realidad (con el conocimiento del bien y del mal) y los actos, especialmente los propios, a la hora de elegir a un candidato u otro.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”: se trata de reafirmar lo que la Iglesia católica siempre hace en cada país a través de sus obispos: solicitar a los fieles que vayan a votar con responsabilidad.
Es decir, estudiar los méritos, el recorrido de los candidatos –particularmente importante la honestidad y el trabajo a favor del bien común– y sus programas electorales.
En este contexto, la doctrina social de la Iglesia sitúa a los católicos a la hora de dar su voto en los principios fundamentales cristianos: la vida, la familia, el trabajo, la dignidad de la persona, el bien común, la justicia, la caridad permanente, entre otros.
El voto católico
Estados Unidos es el cuarto país con más católicos en el mundo, después de México, Brasil y Filipinas. Un tercio de la población del país está bautizado. El 33% de los católicos en el país son latinos o descendientes de latinos (Pew Research Center, 2014).
El voto católico ha sido determinante desde 1960 en la elección del candidato ganador. Sin embargo, los católicos allí votan según sus propias convicciones ciudadanas, lejos de la influencia del Papa. Por ejemplo, en 2004, los católicos votaron por George W. Bush y no por el católico John Kerry, secretario de estado de Obama.