Não Estou Só Não estou só es el nombre de la canción y la religiosa que toca la guitarra con efecto de distorsión es la hermana Kelly Patricia, la religiosa brasileña conocida por sus composiciones musicales que unen poesía y escritos de los grandes místicos católicos.
La canción habla del papel del ángel de la guarda, el cual, según la tradición judeo-cristiana, es un mensajero de Dios cuya misión es proteger y guiar a todo ser humano, de manera que no se desvíe de la voluntad de Dios.
“Aquí abajo no estoy solo, pues en el exilio de esta vida un ángel de la guarda guía mis pasos”, dice la primera estrofa de la canción.
La letra poética y profunda, característica de la autora, ha adoptado un estilo más “suave” a lo largo de su carrera y ha ganado más fuerza con la osada propuesta de transmitir la fe a través del ritmo que hace enloquecer a los jóvenes: el rock and roll.
Desde 2010, la religiosa fundadora del Instituto Hesed, de la ciudad de Fortaleza-CE, adoptó el rock como género musical de sus últimos dos álbumes: Busca de Dios (2010) e Filhos da luz (2013). El objetivo, según ella, es atraer a la juventud que está apartada de Dios
Por Mirti Medeiros