Muchos querían llegar a EEUU, repatriarlos a sus países resulta difícilLos flujos migratorios del siglo XXI tienen derroteros muy diferentes a los que se conocieron durante la última mitad del siglo pasado. Visiones absolutamente impensadas son visiones cotidianas en lugares como la frontera noroeste de México y la suroeste de Estados Unidos.
En 2002, cuando se comenzó a llevar en México una estadística sobre el tema migratorio, los inmigrantes de origen africano no contaban en el registro, ni siquiera como grupo independiente. Una minoría de la minoría, con 0.6 por ciento de deportaciones.
Desde 2002 hasta 2014, los inmigrantes europeos que pasaban por México –evidentemente la mayor parte rumbo a Estados Unidos—eran en número mayor que los africanos. Pero en 2015 la situación comenzó a cambiar: 2.078 ciudadanos procedentes de África fueron registrados por las autoridades migratorias del país.
Pero 2016 ha sido una año inusitado en presencia de personas de África en México, especialmente en las ciudades fronterizas de Baja California y Sonora, llegando, hasta el mes de septiembre a 12.254 africanos –cinco veces más que en 2015- según los registros del Instituto Nacional de Migración (INM).
Desde luego, para la mayoría de estos inmigrantes, su destino final es Estados Unidos (obtener asilo o un programa de regularización migratoria). Pero no es ni 50 por ciento el grupo que podrá ser admitido en la Unión Americana, por lo que muchos de ellos se quedarán a vivir en México.
Y vienen muchos más
Lejos de detenerse, el flujo migratorio de africanos que entran a México por la frontera con países de Centroamérica, ha aumentado mes con mes este año. Una vez más, cotejando los informes del INM se tiene que para enero se registró un número de 346 personas de África, pero para septiembre de este mismo año, el número captado fue de 4.088 personas.
Si esta tendencia continúa –y es lo más seguro, sobre todo ciudadanos de la República Democrática del Congo, que son los que conforman el grupo más numeroso, de un país con años de guerra civil- los migrantes de países africanos habrán superado el nivel acumulado de otras regiones de paso en México: América del Norte, islas del Caribe, América del Sur, Europa, Asia y Oceanía.
Ghaneses, senegaleses, somalíes, y de otras nacionalidades, solamente serán superados por los inmigrantes centroamericanos. Los reportes de seguimiento de estos desplazamientos anuncian la llegada de muchos miles más a México, con la esperanza de brincar del otro lado de la frontera y llegar a Estados Unidos.
Por dos razones: porque, si bien, la ruta es más larga (la mayoría llega a Brasil), es más segura que atravesar el Mediterráneo y llegar a Europa. Y la segunda, decisiva, es que serán difícilmente deportados desde México. De enero a septiembre de 2016, solamente 42 africanos han sido repatriados.
El gobierno mexicano ha dado a los africanos –también a cubanos y haitianos– trato especial con la expedición de documentos que les permiten avanzar hacia el norte, regularizar su estancia en México o abandonar el país. Los permisos temporales duran 20 días, que es lo que tardan en llegar a la frontera y hacer fila para ver la posibilidad de ser admitidos en el país del norte.
También para el África remota, Estados Unidos es “la tierra de la gran promesa”. Y quién sabe si seguirá siéndolo después del próximo martes 8 de noviembre.