El terremoto de Ecuador del pasado 16 de abril de 7.8 grados en la escala de Richter tuvo efectos devastadores sobre la zona costera del país con miles de víctimas, desplazados y daños materiales.
A más de seis meses de la tragedia aún persisten las secuelas –más de 8.000 personas están alojados en refugios informales- y uno de los grupos más vulnerables, que aún sigue en emergencia, son los niños.
Bajo el lema «La protección de la niñez y adolescencia es siempre una emergencia», 14 organizaciones sin fines de lucro impulsan la campaña de educomunicación #Ojo con las niñas #Ojo con los niños.
La iniciativa fue diseñada a partir del terremoto del 16 de abril, donde se evidenció el incremento de situaciones de riesgo y la vulnerabilidad que niñas, niños y adolescentes experimentan a lo largo de su vida.
El principal argumento para el lanzamiento de esta campaña tiene que ver con que los niños, al igual que los adolescentes, están expuestos a distintos tipos de violencia por no tener un lugar estable para vivir y tener que pasar varias horas con personas extrañas.
“Necesitamos seguir apoyando a Ecuador en la recuperación de esta difícil situación tras el terremoto. Es importante que los niños tengan acceso a agua segura, continúen recibiendo asistencia para evitar problemas de salud y sean protegidos de la violencia”, expresó el representante de Unicef en Ecuador, Grant Leaity, reproduce El Expreso de Ecuador.
Para llevar a cabo la campaña se unieron 14 organizaciones que asumieron como prioridad la protección de los niños vulnerables. Janet Cruz, directora de ChildFund, una de las organizaciones vinculadas, explicó a ese medio que la situación de emergencia “incide en la vulnerabilidad infantil, ya que las condiciones de hacinamiento aumentan y encubren los riesgos de abuso y acoso sexual”. “Además, dormir en camas compartidas, en albergues o casas de acogida con varias personas, aunque sean conocidas, es un alto riesgo. Otro factor de alarma son los acercamientos de personas extrañas, con regalos, promesas o amenazas”, agregó.
También participan otras organizaciones, entre ellas Catholic Relief Services, un movimiento vinculado a los obispos de Estados Unidos que busca ayudar a los pobres y vulnerables en el extranjero.
De esta manera, el objetivo de esta campaña es generar concientización y prevención para que los niños puedas identificar las situaciones de riesgo y denunciar los casos correspondientes si así sucediese.
La estrategia de comunicación comenzó en el mes de octubre, busca acercarse a más de 120.000 niños y se utiliza la reflexión y el juego para llegar mejor con el mensaje. En una segunda fase se prevé incluso apelar al teatro y al debate.