"He aprendido a mirar con otros ojos y a comunicar desde el corazón"
Cuando la jornada termina para todos, a esta misionera aún le queda mucho por hacer. Con 82 años de labor, María Fidelis prepara un boletín mensual y escribe en una revista.
Pasa el tiempo entre ubicar la mejor historia y mantener informados a los integrantes de la familia Paulina, en su ciudad natal Argentina. Comunicar le permite mantener conectada a la gente. Ella ha aprendido a mirar con otros ojos y a comunicar desde el corazón.
«Compramos un auto en Brasil que luego tuvimos que llevar rodando hasta Ecuador por más de ocho horas”, recuerda en una entrevista para Aleteia Imelda Teresa Tibaldo, misionera Paulina, cuyo nombre como religiosa es María Fidelis tras ser reconocida por su labor durante el V Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicadores Católicos realizado en Paraguay del 6 al 9 de octubre.
«Primerear» la comunicación
“Ahora vemos los frutos. Comunicar nos permite acercarnos al otro. Generar el encuentro. En este caminar logró visitar más de 30 países. Mi pasión por las comunicaciones la descubrí luego de participar en un curso de audiovisuales como herramienta para las catequesis. Quise llevar a todos los rincones la catequesis a través de los medios de comunicación”.
La riqueza de comunicar está en acariciar al otro, una mirada, una palabra basta. Comunicar no siempre es conectarse. Sino más bien contactarse. Estar para el otro.
“Me entristece mucho ver que en la mesa familiar todos sentados permanecen indiferentes el uno del otro, sin dejar de alimentar una historia para su dispositivo telefónico”, señala.
Los medios de comunicación acortan las distancias, pero en esta era corremos el riesgo de aislarnos. Las tecnologías de la comunicación y la información parecen ser un peligro para las familias. Los comunicadores hoy en día tienen un nuevo desafío: recuperar el encuentro personal en el proceso de comunicarse, afirma.
Comunicar en Latinoamérica
María Fidelis asumió el reto de mantener comunicados a los periodistas de Latinoamérica y el Caribe a lo largo de 80 años. Junto a Atilio Hartman y Elzon Faxina reunían a los comunicadores de todo el mundo para sentar las bases de una comunicación diferente.
Ahora los tres organismos -la Asociación Católica para la Radio y la Televisión, Unda; la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP), y la Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual (OCIC), todas fusionadas en la Organización Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (OCLACC)- reconocieron la labor de esta hija de San Pablo con sendos pergaminos.
Ellos fueron considerados miembros honorarios de SIGNIS, que es el nombre que desde 2013 fue designado para esta organización, que busca animar la fe de quienes han asumido el reto de comunicar a nivel mundial. Su obra impulsa a anunciar la buena noticia.
Esta incansable misionera paulina continuará en su ardua labor de comunicar mientras los jóvenes periodistas asumen el reto de hacer uso de la comunicación para propiciar el bien a través de ella.