Fuera del rezo del Santo Rosario como la Iglesia ha establecido no hay ningún otro rosario que tenga aprobación eclesiástica.
Puede que exista alguna devoción parecida al rosario o relacionada con él indicada expresamente para ser rezada por y para las parejas de esposos, pero no es una devoción aprobada por la Iglesia.
No hay necesidad de recurrir a devociones de dudosa procedencia, aunque a veces puede ayudar.
El rezo oficial del Santo Rosario lo pueden hacer todos los fieles (entre ellos los esposos) por diferentes intenciones.
Se puede rezar de manera alternada o al unísono; así como también puede ser un rosario meditado o intercalando cantos marianos, etc.; las posibilidades son varias.
Yo animo el Santo Rosario completo y en la forma actual, tal como lo ha hecho la Iglesia desde hace casi un milenio, desde que la Virgen María, en el año 1208 o 1214 durante una aparición se lo enseñó a rezar a santo Domingo.