No es de los jugadores de mayor renombre a nivel internacional, algo que a esta altura a nadie importa, aunque sí supo desempeñarse en equipos importantes a nivel europeo como el Manchester United (Inglaterra) y Olympique de Lyon (Francia), donde está actualmente.
Su nombre es Rafael Silva, brasileño, y en estos días cobró protagonismo no por un gol de media distancia yendo el balón contra un vértice y dejando boquiabierto a la zaga entera además del guardameta.
El reconocimiento vino por otro lado y, curiosamente, tiene que ver con lo que no pudo hacer dentro de un campo de juego a raíz de estar lesionado, algo que generó que siguiera cobrando su sueldo, pero sin jugar.
Esta situación interpeló a Rafael, y según destacan diversos medios deportivos como AS o Marca en las últimas horas, decidió donarlo a la caridad, actitud que le terminó generando la simpatía y el agradecimiento de la afición.
«Me gusta que me paguen por jugar, pero no estaba jugando», expresó a los medios franceses.
Fue así que al no estar jugando y seguir cobrando decidió hablar con la directiva del club para que no le continuaran pagando mientras estaba fuera de las canchas. Por razones legales la propuesta no fue aceptada por el club. Ante esto, Rafael redobló la apuesta y lo donó a la fundación del club.
Parte de este dinero fue utilizado para la adquisición de un robot que le permite a los niños hospitalizados participar de los acontecimientos que se dan en un estadio, como pasar por las gradas o visitar los vestuarios para intercambiar impresiones con los jugadores.
Lo que hizo Rafael merece ser festejado más que la obtención de un campeonato, pues no común que en fútbol de hoy en día se tomen este tipo de decisiones. Sin dudas Rafael es un jugador de elite, pues ganar corazones de esta manera no es para cualquiera.