Los llamamientos del papa Francisco en la Jornada Mundial contra la PobrezaEl papa Francisco lanzó un nuevo apelo contra la pobreza que, aseguró, “degrada, ofende, asesina”, al mismo tiempo que pidió que la política se ocupe con seriedad de favorecer la familia y el trabajo.
Hoy lunes se celebra la Jornada Mundial contra la pobreza, como recordó el papa Francisco durante el Ángelus este domingo 17 de octubre tras la misa de canonización de 7 beatos en la plaza de San Pedro ante 80 mil fieles, muchos de ellos argentinos, mexicanos y españoles.
“Unamos nuestras fuerzas, morales y económicas para luchar juntos contra la pobreza que degrada, ofende y asesina tantos hermanos y hermanas, poniendo en práctica políticas serias para las familias y para el trabajo”.
En efecto, en varias ocasiones, el Pontífice ha exhortado a los cristianos a salir de ellos mismos y a abandonar el claustro de una religión privada inconexa entre la liturgia y la vida de los hermanos que más sufren; los pobres, los necesitados, los más frágiles de nuestras sociedades. “Humanizar el mundo”, pide Francisco, “cristianizar el mundo”.
El Papa durante la oración confió a la Virgen María “cada una de nuestras intenciones, especialmente nuestra insistente y coral oración por la paz” del mundo.
Los santos fueron puestos por Francisco ante los fieles presentes como testimonios de fe y de acción.
“El ejemplo y la intervención de estos luminosos testimonios apoye el compromiso de cada uno de nosotros en sus respectivos ámbitos de trabajo y de servicio por el bien de la Iglesia católica y de la comunidad civil”, sostuvo.
Precisamente, el Papa este domingo anotó en el libro de los santos a siete fieles de Dios que lucharon, cada uno a su manera, contra las injusticias de su tiempo.
Se trata del español Manuel González García, obispo de Palencia (1877-1940); José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), conocido como el ‘cura’ gaucho y el primer santo que vivió y murió en la Argentina; el mexicano José Luis Sánchez del Río (1913-1928), mártir con tan sólo 14 años.
Los franceses Salomón Leclerq (1745-1792) sacerdote mártir de la revolución francesa y sor Isabel de la Trinidad Catez, monja profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas.
También los italianos Ludovico Pavoni (1784-1849), sacerdote fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada y Alfonso María Fusco (1839-1910), sacerdote fundador de la Congregación de las religiosas de San Juan Bautista.
“Ellos llegaron a la meta, tuvieron un corazón generoso y fiel, gracias a la oración; rezaron con todas sus fuerzas, lucharon y vencieron”, expresó Francisco en la homilía de la ceremonia de canonización.
Francisco invitó a ver a los nuevos santos como ejemplos a seguir y exhortó a ser hombres y mujeres de “oración”, con un en estilo de vida espiritual -explicó– “no para ganar la guerra, sino para ganar la paz”.
La Jornada Mundial contra la pobreza fue instituida por las Naciones Unidas (ONU) para recordar el 17 de octubre de 1987, cuando más de 100 mil personas se reunieron en el Trocadero de París, donde se firmó la declaración universal de los derechos humanos en 1948, para recordar a las víctimas de la pobreza extrema, de la violencia y del hambre.
Los datos de la pobreza extrema
Según datos de la CEPAL, entre 2014-2015 se estancó la reducción de la pobreza y la indigencia en la mayoría de los países de América Latina. Las estimaciones indican que 167 millones de personas se encontraban en situación de pobreza en 2014, de las cuales 71 millones sufrían extrema pobreza o indigencia.
Casi 385 millones de niños viven en situación de pobreza extrema, según UNICEF. Los niños tienen más del doble de probabilidades que los adultos de vivir en situación de pobreza extrema.
El Banco Mundial advierte que para poner fin a la pobreza extrema hacia 2030 es importante tomar medidas contra el problema de la desigualdad en el mundo. 800 millones de personas subsistieron con menos de USD 1,90 al día en 2013.
“Actualmente, la mitad de los habitantes extremadamente pobres del planeta vive en África al sur del Sahara, y otro tercio vive en Asia meridional”.
La pobreza y la prosperidad compartida es un informe del Banco Mundial que sostiene que la equidad pasa por varias etapas: la nutrición en la primera infancia, la cobertura universal de salud, acceso universal a educación de calidad, garantizar un ingreso básico a las familias pobres.
Asimismo, la desigualdad también se encuentra en la diferencia en la vida de los centros urbanos y las zonas rurales, donde se necesita garantizar luz, agua, alcantarillado, infraestructura, en particular caminos. Igualmente, financiar políticas y programas de gobierno a través de impuestos progresivos.