Canonización de nuevos santos, entre ellos José Sanchez del Río, Manuel González y “el cura Brochero”Papa Francisco quiso centrar su homilía con motivo de la canonización de los nuevos santos José Sánchez del Río, Manuel González García, José Gabriel del Rosario – ‘el cura Brochero’- , Salomón Leclerq, Alfonso María Fusco, Luis Pavoni e Isabel de la Santísima Trinidad en la importancia de la oración.
#PapaFrancisco: Orar y luchar, y dejar que también el Espíritu Santo ore en nosotros. https://t.co/V3xeQETkRd pic.twitter.com/esDumniOVB
— Aleteia (@AleteiaES) October 16, 2016
“Nosotros solos no somos capaces de alcanzar un corazón así, sólo Dios puede hacerlo, y por eso lo pedimos en la oración, lo imploramos a él como don, como «creación» suya”. Así quiso comenzar su intervención el Pontífice, “Ellos han alcanzado la meta, han adquirido un corazón generoso y fiel, gracias a la oración: han orado con todas las fuerzas, han luchado y han vencido”.
Papa Francisco hizo alusión a las lecturas del día con Moisés y el episodio de la batalla contra Amalec o San Pablo y su carta a Timoteo en la que le recomienda que permanezca firme en lo que ha aprendido y creído con convicción.
#PapaFrancisco: Orar como Moisés, que fue sobre todo hombre de Dios, hombre de oración. https://t.co/V3xeQETkRd pic.twitter.com/JQnyf1hKVj
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“Pero Señor, ¿cómo es posible no cansarse? Somos seres humanos, incluso Moisés se cansó”, se preguntó el Papa:.”Es cierto, cada uno de nosotros se cansa. Pero no estamos solos, hacemos parte de un Cuerpo”.
De ahí viene el misterio de la oración: “gritar, no cansarse y, si te cansas, pide ayuda para mantener las manos levantadas. Esta es la oración que Jesús nos ha revelado y nos ha dado a través del Espíritu Santo”.
Paara el Papa, “orar no es refugiarse en un mundo ideal, no es evadir a una falsa quietud. Por el contrario, orar y luchar, y dejar que también el Espíritu Santo ore en nosotros. Es el Espíritu Santo quien nos enseña a rezar, quien nos guía en la oración y nos hace orar como hijos”.
Finalmente, Papa Francisco hizo alusión a los nuevos santos y los calificó como: “ Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos”
