El dinero del Premio Nobel de la Paz será donado a las víctimas del conflicto armado
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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cobró fuerte protagonismo en los últimos días a nivel mundial. No solo por el largo proceso que tuvo en vilo a toda la comunidad internacional con respecto a los acuerdos de paz con las FARC y el plebiscito, sino también por distinción del pasado viernes con el Nobel de la Paz.
El propio Santos confirmó que el dinero de este premio será para reparar a las víctimas del conflicto armado a través de obras, fundaciones y diversos programas, indicó El Espectador de Bogotá.
El anuncio surgió luego de una reunión con familiares en el marco de una ceremonia litúrgica en la Iglesia de San Pedro Apóstol en Bojayá (Chocó) –una de las localidades más golpeadas por los años de guerrilla-.
Durante la ceremonia estuvieron presentes las mujeres que amenizaron musicalmente la firma de la paz el pasado 26 de setiembre en Cartagena de Indias.
Sin embargo, la jornada que tenía guardada una sorpresa más a Santos. Pues las propias víctimas, sobrevivientes de la masacre de Bojayá (uno de los episodios más trágicos del conflicto en Colombia), le regalaron a Santos una réplica del Cristo Mutilado.
De manos de Rosita, @JuanManSantos recibe réplica del Cristo mutilado, símbolo de la memoria y reconciliación tras la masacre de Bojayá pic.twitter.com/V0Hj1dWut0
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) October 9, 2016
Hace 14 años murieron 119 personas que estaban al resguardo de una iglesia en la zona al momento de ser alcanzadas por una bomba.
Esta imagen se transformó en una de las más emblemáticas del conflicto y ver la figura con las piernas mutiladas, los brazos arrancados, la nariz rota generaron conmoción en su tiempo.
Es que justamente era el rostro de Cristo ensangrentado, doliente, un Cristo para nada ajeno al dolor de un pueblo.
“Este Cristo Mutilado es tan importante para mí como el Nobel de Paz, pues lo recibo como un mandato para continuar buscando y consolidando la paz”, expresó Santos, quien decidió que fuera este lugar el primero en visitar luego de haber sido galardonado con el Nobel de la Paz.
“Vine porque quise, después de haber sido anunciado el premio Nobel, compartirlo con ustedes porque simbolizan lo que ha sido la guerra en Colombia (…) Las victimas me han dado una gran lección de vida, me han enseñado que la capacidad de perdón y reconciliación puede vencer la capacidad de odio y sed de venganza”, manifestó el primer mandatario.
También hizo uso de la palabra el sacerdote Antún Ramos Cuesta, que es el administrador de la Diócesis de Quibdó.
“Este Nobel lo sentimos nuestro, de nosotros las víctimas, que estamos en el centro del conflicto (…) Nos enorgullecieron las marchas en diferentes partes del país para pedir por nosotros. Fueron personas que sin conocernos, sin conocer los embates de la guerra, dicen la paz es el camino”, le dijo a Santos, reproduce El Espectador de Bogotá.
De esta manera, según Santos, tanto el Nobel de la Paz como la réplica del Cristo Mutilado le son muy significativos y estos símbolos le dan razones y energías para persistir en la búsqueda de una paz duradera para Colombia.