El llamado del Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si” a la “conversión ecológica” no podría tener un sentido más grande que el que debiera tener en países mayoritariamente católicos, como lo es México.
Una catástrofe ambiental se aproxima en este país con más de 120 millones de personas (de las que poco más de 100 millones son católicas); catástrofe que, según ha publicado el portal contralinea.com.mx, pone en riesgo la seguridad nacional de México. En un reporte hecho público el pasado 4 de octubre y cuya base es la Agenda Nacional de Riesgos (AGR), la investigadora Erika Ramírez muestra que la contaminación del aire, la tala inmoderada y la sobre explotación de los recursos naturales vulnera la seguridad nacional.
Por contaminación del aire –sobre todo en la Ciudad de México, pero también en las grandes áreas urbanas como Guadalajara, Monterrey o Puebla, hay 15 mil muertos al año y 28 millones de personas se encuentran en un grado de vulnerabilidad extremo. Además, México, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, ha perdido ya 63 por ciento sus selvas.
¿Quién tiene la culpa?
La investigación señala como principal culpable a la “incapacidad de las autoridades” que “profundiza la catástrofe”. Aunado a incapacidad (acaso dos caras de la misma moneda) la Agenda señala que la corrupción “en todos los niveles de gobierno, ha provocado el incremento de los delitos ambientales y el fracaso de los programas que deberían atender la precaria situación de los ecosistemas del país”.
El asunto se ha ido deteriorando a pasos agigantados, aumentando el número de muertes, las afectaciones a personas y las pérdidas económicas.
Ante la pregunta de cómo se ha llegado a este grado de deterioro en México, Gian Carlo Delgado Ramos, doctor en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México– responde: “Llegamos a ella por el tipo de patrones de consumo que tenemos, la lógica del sistema actual de producción y reproducción de la vida que ha empujado la acumulación creciente de capital, la expansión de los mercados y los patrones de consumo derrochadores”.
Afectados
La Plataforma de Datos Abiertos para el Cambio Climático añade cifras al panorama de las afectaciones: en México se registran 319 municipios como los más vulnerables del país; la región más dañada es la del Norte, con 111 municipios: 15 en Chihuahua; 38 en Coahuila; 39 en Durango, y 19 en San Luis Potosí.
El total de la población vulnerable por el cambio climático, según esta misma plataforma oficial, asciende a 28, 393, 577 mil mexicanos en todo el territorio nacional. La AGR agrega que 62 por ciento de la superficie nacional de “áreas protegidas no cuenta con programas de administración, lo que propicia un aumento en su degradación”.
Quizá donde mayor impacto tiene la degradación ambiental es en el agua. De acuerdo con la AGR, “de 1975 a 2011 la tendencia de acuíferos sobre explotados se incrementó de 32 a 211. De éstos, 77 no tienen disponibilidad de agua al ser desviada para otros usos”. La Auditoría Superior de la Federación también ha advertido que “la preservación del agua en cantidad es asunto de seguridad nacional, por tanto, debe evitarse su
aprovechamiento no sustentable”.
Las otras alarmas de menor intensidad pero igualmente preocupantes son la minería, la tala inmoderada de bosques y selvas, el manejo de residuos sólidos y la contaminación del aire que origina 15,000 muertos cada año, solamente superado por el primer país con mayor número de católicos del mundo que es Brasil, con 23,000 muertes anuales.
Hoy celebramos a...