En reconocimiento a su trabajo extendiendo el amor de Dios a niños vulnerables y víctimas de abusos, Melva Arbelo Mangual es la merecedora del Premio Lumen Christi 2016-2017 de la sociedad Catholic Extension. Es la primera galardonada de Puerto Rico.
Como directora del Hogar Infantil Santa Teresita del Niño Jesús, Arbelo se ha convertido en una figura maternal para los más de 500 niños que han pasado por el centro de acogida desde que abriera en 1999, según explica un artículo en el sitio web de Catholic Extension.
Arbelo y su marido estaban entre los primeros voluntarios en Santa Teresita y ayudaron a recaudar dinero para el centro.
Cuando el marido de Arbelo falleció en 2003, ella permaneció involucrada y en 2007 recibió la petición de la junta de Santa Teresita para ser la primera directora seglar. Las Hermanas Dominicas de la Presentación dirigen el hogar desde sus comienzos.
Los niños de Santa Teresita tienen entre 3 y 7 años; se les ha retirado la custodia a sus padres o cuidadores debido a negligencia, abuso o abandono.
Según estadísticas gubernamentales de 2014, casi 7.700 niños en Puerto Rico —uno de cada 100— son víctimas de maltrato y el 92% de los perpetradores son los padres.
La hermana Gilma Osorio, directora fundadora del hogar, afirma que las cicatrices emocionales y físicas de los niños son muy profundas.
“Tenemos que intentar curar esas heridas gradualmente con nuestro amor, nuestra acogida y nuestro afecto hacia ellos. El más pequeño de los abrazos que nos dan significa mucho para ellos, y también el abrazo que nosotros les devolvemos”.
Para Arbelo, trabajar con los pequeños es una misión: “Una y otra vez veo que en realidad es Dios quien dirige esta institución. (…) Nuestro lema es: ‘Si nadie te quiere, nosotros estaremos felices de quererte’”, declara.
Actualmente, el Hogar de Santa Teresita puede acomodar a 24 niños y niñas y cuenta con cinco empleados a tiempo completo, además de otros trabajadores y voluntarios a tiempo parcial.
Las subvenciones de Catholic Extension ayudaron a construir el hogar y a mantenerlo en funcionamiento durante los últimos 20 años. La organización ha contribuido con más de 260.000 dólares a Santa Teresita.
Al tiempo que ofrece un servicio social de vital importancia para la comunidad, la misión del Hogar de Santa Teresita mantiene unas profundas raíces en la fe.
“Enseñamos a los niños a dar las gracias por lo que han recibido y les mostramos que Dios les quiere”, declaró [Arbelo].
“También les educamos en el perdón y en cómo rezar por sus amigos y su familia. Quieren a sus madres, quieren a sus familias y los añoran. Y aun así, sabemos que algo terrible sucedió en sus familias…”.
El fundamento de la fe, explica Arbelo, ayuda a los niños no sólo a sanar sino también a desarrollar valores y a discernir el bien del mal. “Les hablamos del amor al prójimo y el amor de Dios. Esto les enseña que, pase lo que pase, sus madres y padres están siempre en sus oraciones”.
Hoy celebramos a...