Una guía para uso de profesores de materias relativas al arteHablar de La Ventana Indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954) como una metáfora del cine es perogrullo. Pero de lo que muchos no se dan cuenta es qur además es la perfecta película para hablar de las distintas miradas en las artes visuales. Hitchcock creó una obra que sirve al maestro de arte para que sus alumnos entiendan la diversidad de miradas que puede haber.
La primera y más evidente mirada en esta obra es la de Jeff (James Stewart) quien mira por la ventana a todos sus vecinos. Jeff es un fotógrafo famoso que en su último trabajo sufre un accidente y es confinado a una silla de ruedas. Desde ahí mira el mundo, pero lo sigue haciendo de la única manera que sabe: usando su cámara fotográfica. Haciendo uso del gran angular para poder verlos de cerca, espía la vida de sus vecinos.
Pero Jeff no solo mira a sus vecinos, sino también a su novia Lisa (Grace Kelly), mirada esta que pasa de la contemplación de la mujer a quien solo le importa la moda, al deseo que siente por la mujer aventurera que se atreve a romper la separación de la seguridad de la ventana y va más allá (cosa que por ejemplo sirve al profesor para hablar de aquellas obras que reclaman nuestra atención más allá del mero contemplar, como lo es el arte comprometido políticamente que nos llama a dejar la seguridad del papel de espectador para convertirnos en hacedores del futuro)
La otra mirada es la de Lisa, quien mira a Jeff con deseo y amor y está dispuesta a cambiar por él (en la última escena la vemos leyendo un libro sobre aventuras en el Himalaya, aunque al acercarnos nos damos cuenta de que dentro hay una revista de modas). La mirada a los vecinos es en el caso de Lisa una mirada prestada, pues regaña a Jeff y le insiste que no siga fisgoneando por la ventana.
El asunto es que todas esas ventanas (Miss Lonelyhearts, el pianista que busca el éxito, la bailarina que entretiene a sus amigos, los esposos que tienen un perro, la escultora y los recién casados) son ventanas que corresponderían a lo clásico: un arte que solo requiere la mirada del espectador que contempla. Pero hay una que destaca sobre las demás, porque Jeff sospecha que el esposo de la pareja mayor (otra de las ventanas) asesinó a su esposa.
Es así como Lisa, Jeff y Stella (Thelma Ritter), la masajista de Jeff, pasan de la mirada espectadora a la mirada que deja de ser solo mirada y se convierte en acción. Van más allá del mero observar, pues cada uno de ellos en momentos distintos rompe esa frontera que marca la ventana (la pintura, la fotografía, el performance, cada maestro adapta esto a su disciplina), la atraviesan para ir a un lugar menos seguro.
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Las preguntas que puede plantear un profesor al respecto de esta película son: ¿qué tipo de cosas vemos que requieren acción? ¿qué tipo de cosas vemos que con contemplar basta para quedar satisfechos? ¿Por qué Jeff usa la cámara para mirar por la ventana y qué diferencia hay entre eso y que hubiese visto sin ella? ¿En qué se diferencia la mirada del religioso cuando ve un cuadro de la crucifixión de quien solo mira el arte?
Una actividad interesante pudiera ser la de pedirle a los alumnos que definan sus miradas (¿cómo miras a la comida, cómo miras a tu mamá, cómo miras a tu mascota) y reflexionen para luego llevar esa reflexión al área del arte de preferencia del profesor (¿cómo miras el Guernica? ¿Cómo miras a Harry Potter?)
Films relacionados: Peeping Tom (Michael Powell, 1960) y Blowup (Michelangelo Antonioni, 1966).
Lectura recomendada: Joseph Berger, Modos de ver.