Hasta su elección en marzo de 2013, el papa Francisco era el primer pontífice religioso tras 182 años y es el único jesuita electo como sucesor de Pedro, desde que san Ignacio de Loyola fundó la Compañía de Jesús en 1540.
“El mensaje de la Iglesia debe ser comprensible y tocar los problemas de la gente. Porque si predico el Evangelio y eso no toca la realidad concreta que vive la gente eso no interesa. Este es el gran éxito, la gracia, de este Papa y su ministerio pastoral; hablar con un lenguaje sencillo y que toca la realidad”, lo dijo Orlando Torres, jesuita, este martes 27 de septiembre en la sede de la Curia General de la Compañía de Jesús después de una rueda de prensa de presentación de la 36º Congregación General que comenzará el próximo 2 de octubre en Roma.
En ese evento, los jesuitas elegirán al sucesor del prepósito general, el padre Adolfo Nicolás, de 80 años de edad, quien ha decidido presentar su renuncia. Una vez elegido el nuevo General, se informará de la decisión al papa Francisco.
Entre otros retos, la Compañía de Jesús estudiará la manera de comunicar mejor el mensaje de la Iglesia. El rector del colegio internacional del Gesù, donde se forman los jesuitas en Roma, Orlando Torres S.J., manifestó que también san Ignacio tiene varias enseñanzas sobre el diálogo y la comunicación.
“El primero, escuchar mucho antes de hablar. Entonces […], antes de que la Iglesia, o sus ministros, puedan decir una palabra significativa, hay que escuchar mucho a la gente y enterarnos de cuáles son sus preguntas, sus problemas, dificultades y heridas. Y luego de escuchar mucho, a la sazón podemos decir una palabra que tenga sentido”, abundó Torres.
¿Pero cómo debe ser un jesuita hoy, según la inspiración de san Ignacio y el principio de que Jesús está en el centro de todo en la mayor orden de presbíteros y hermanos de la Iglesia católica romana, bajo el pontificado de un papa jesuita?
Al comentar la elección papal de Jorge Mario Bergoglio, el padre Federico Lombardi –auxiliar del superior general y portavoz vaticano hasta el pasado mes de julio- afirmó que nadie lo hubiera pensado.
Fue una alegría por la “sintonía” con el nuevo Papa, pero el acontecimiento fue vivido desde “una gran libertad” y desde el “servicio”.
Estuvieron presentes en la conferencia de prensa Patrick Mulemi, director de la Oficina de Comunicación y relaciones públicas de la Compañía y portavoz de la Curia General; el provincial de Filipinas, Antonio Moreno, que explicó el proceso de preparación de la congregación; el rector del colegio internacional del Gesù, Orlando Torres, y Federico Lombardi.
El sucesor de san Ignacio
Así, los correligionarios de Bergoglio se replantearán qué significa “amar y servir”, según su famoso lema.
Torres informó que la primera condición que pone san Ignacio es que su sucesor, y el jesuita en general, sea un “hombre muy unido con Dios” en su acción y en todo lo que hace en su vida.
“Una persona que tenga buen juicio, que tenga prudencia para gobernar la Compañía y buena salud”. Un jesuita está dispuesto a servir en cualquier lugar donde se le solicite y viajar apenas se la llame. Y que no falten “buenas letras” (títulos), debido al apostolado intelectual implícito en la obra.
Respecto al liderazgo apostólico y “traducido a nuestros tiempos modernos, se necesita que sea una persona con ‘inteligencia cultural’, la Compañía está creciendo en África y Asia”, por ende el sucesor de san Ignacio y los jesuitas deben tener “un conocimiento de las distintas culturas”, insistió Torres.
Una vez elegido el Superior General, a continuación, la Congregación procede con la discusión de los temas más urgentes que conciernen” a la renovación de la vida de la Compañía y su misión en la Iglesia”, declaró el provincial de Filipinas, Antonio Moreno, durante la conferencia de prensa.
El lenguaje para una Iglesia de hoy
El reto más grande para la Compañía de Jesús está, precisamente, en seguir lo que dicen las intervenciones del papa Francisco. Por ejemplo – continua Torres- la situación internacional de los refugiados y de los migrantes. Otros aspecto, es la “reconciliación entre etnias, culturas y los tantos conflictos bélicos” que hay en el mundo.
El lenguaje es otro reto fundamental para los jesuitas que tienen el espejo del efecto del ‘Papa comunicador’. “Siempre los ministerios espirituales se deben renovar en la Compañía, tenemos que renovar el lenguaje, perdón por la indiscreción, pero a veces en la Iglesia usamos un lenguaje que nadie entiende en las homilías o en las cosas que decimos y la gente dice: ‘¿y eso qué quiere decir?’”
El papa Francisco conoce la Compañía de Jesús desde dentro, algo que puede leerse como una responsabilidad mayor para los 215 jesuitas provenientes de todo el mundo y que se reunirán para elegir al sucesor de Padre Nicolás, elegido en 2008, apenas en la segunda ronda de votaciones.
Torres recordó el encuentro informal del papa Francisco con treinta jesuitas polacos durante la JMJ, donde les pidió de ayudar a los seminaristas, a los sacerdotes, a la Iglesia a aplicar el discernimiento.
El discernimiento
De esta manera, recordó que “la realidad no es blanco o negro y que muchas veces se le confronta en sus áreas grises. No podemos tener un término tajante para definir la situación, sino que debemos ayudar a las personas a discernir cuál es el camino a seguir ante circunstancias conflictivas, complejas”.
Así, puso como ejemplo, el sínodo de la familia, donde el Pontífice instó al discernimiento. Se refirió a las personas que están en situaciones “irregulares” en el sentido canónico. “Hay que discernir para ver cuál es su participación en la Iglesia, cómo se les puede incorporar en la vida de la Iglesia. Esto requiere discernimiento y mucho tacto pastoral”.
El rector del colegio internacional del Gesù en Roma citó la misericordia como fundamental característica del pontificado de papaBergoglio. “A veces se veía a la Iglesia como que emitía juicios condenatorios. No, la Iglesia es para acoger, también a la gente que piensa diferente y tiene dificultades y problemas en la vida”.
El “hospital de campaña” es para la “gente herida” que “necesita confort, una palabra de aliento, no que le estén fustigando con la ley sino que sea una experiencia distinta”. El papa Francisco está en sintonía con la misericordia y la Compañía de Jesús con él”, explicó Torres.
“Es muy fácil dialogar con la persona que piensa como uno, pero mantener una actitud dialogante con personas que piensan diferente, ese es un gran desafío. Esto requiere una perspectiva diferente y gran capacidad de escucha sobre todo”.
El jesuita en el mundo
¿Cuáles características que debe tener el jesuita? Según el decreto de 1972, de la Congregación numero 32º, el jesuita es un pecador llamado a caminar con Jesús como lo fue san Ignacio.
¿Y qué es ser compañero de Jesús? Es meterse en la lucha crucial de nuestro tiempo al servicio de la fe y de la promoción de la justicia. Eso define al jesuita, abundó Torres al referir las palabras del Papa.
El discernimiento tiene que ver con escuchar la voz de Dios que habla en la consciencia y en la voluntad de cada persona. Dios comunica a nuestra propia vida y realidad. Por ejemplo: ¿qué es lo que Dios me quiere decir en mi vida familiar? Eso supone definir un camino a seguir”.
El discernimiento no es un proceso interminable
“El discernimientoignaciano – prosigue Torres- no es un proceso interminable de reflexión, hay gente que dice: estoy en discernimiento continuo y nunca deciden nada. El discernimiento es para tomar una elección. Otros procesos de elección interminables no son discernimiento.
Entonces, es estar a la escucha de la voz de Dios. Por ejemplo en lo que está pasando en mi familia, en el mundo. Y eso en mi reflexión lo pongo en contacto con los valores del Evangelio. ¿Cómo es el modo evangélico de actuar en esta situación? Y tomo una decisión. Eso es discernimiento”, concluyó.
Hoy celebramos a...