El cardenal Parolin lo reveló en Cartagena durante la firma del ‘Acuerdo Final’ entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EPEl cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, transmitió este lunes la cercanía del papa Francisco’ “al querido pueblo colombiano y sus Autoridades, especialmente en la presente circunstancia de la firma del Acuerdo Final entre el Gobierno de Colombia y la FARC-EP”. Lo hizo durante la liturgia de la Palabra en el antiguo puerto de Cartagena, san Pedro Claver este 26 de septiembre de 2016.
“El Santo Padre ha seguido con gran atención los esfuerzos de estos últimos años, en la búsqueda de la concordia y de la reconciliación”, dijo el enviado especial del Papa ante el presidente, Juan Manuel Santos Calderón, varios mandatarios latinoamericanos, el Rey Juan Carlos y los representantes de varias delegaciones internacionales presentes.
“Varias veces ha animado estos esfuerzos, sin tomar parte en las soluciones concretas que han sido negociadas, y sobre las cuales decidirán, de manera libre, informada y en conciencia, los propios ciudadanos”, agregó Parolin.
El Secretario de Estado aseguró que el papa Francisco siempre ha ‘animado’ al “respeto de los derechos humanos y de los valores cristianos que se hallan en el centro de la cultura colombiana”.
El numero uno de la diplomacia vaticana aseguró que existe la consciencia de que, en el fondo, se ha llegado al final de la negociación, pero “también al inicio de un proceso, todavía abierto, de cambio, que requiere el aporte y el respeto de todos los colombianos”.
Asimismo, el cardenal confirmó el expreso deseo del papa Francisco de visitar Colombia.
Así, recordó que en la carta para comunicar esta decisión del Papa al gobierno aseguraba que la Iglesia se presentaba como el “hospital de campo” como lugar seguro “en el que se puedan reencontrar quienes experimentaron atrocidades y quienes actuaron desde la orilla de la violencia”.
La posición de la Santa Sede y de la Iglesia es de acompañar a los colombianos en el proceso de “aliviar el dolor de tantos de sus habitantes humillados y oprimidos por la violencia”.
El cardenal instó a detener el “odio” y cambiar el rumbo del país, “para construir un futuro mejor dentro de unas instituciones justas y sólidas”.
¿Cuál es el método para construir una paz duradera?
Construir un futuro mejor tiene un método. El Papa Francisco con su emisario invito en primer lugar a “reconstruir la dignidad de quien sufre, y para hacer esto es necesario acercarse a él sin restricciones de tiempo, hasta el punto de identificarse con él”.
Es decir que la paz de Colombia va más allá del acuerdo de las FARC y el gobierno de Santos “y se centra en la reconstrucción de la persona: de hecho, es en las heridas del corazón humano donde se encuentran las causas profundas del conflicto que en los últimos decenios ha desgarrado este país”.
“Sólo Dios nos da la fuerza para afrontar tales problemas y, sobre todo, la capacidad de identificarnos con todos aquellos que sufren por su causa”, sostuvo
Por ello, apeló a las raíces católicas de los colombianos. “No consideramos este encuentro como un evento más, sino como una manifestación de la confianza de las autoridades y de todos aquellos que nos siguen con la fuerza de la oración a Dios”.
Solidaridad
Parolin confirmó que Juan Pablo II cuando visitó Colombia sostuvo que la solidaridad “tiende a superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones específicamente cristianas de gratuidad total, perdón y reconciliación” (Sollicitudo Rei Socialis, 40).
En este sentido, exhortó al pueblo colombiano a pedir a Dios la “heroicidad en la solidaridad que es necesaria para colmar, en la verdad y en la justicia, el abismo del mal producido por la violencia”.
Fe en Dios para salir del odio
El Secretario de Estado agradeció también por haber sostenido a los colombianos en medio de situaciones “odio y de dolor, y por haber abierto sus corazones, durante tantos años, a la firme esperanza de que la violencia y el conflicto son evitables”
De esta manera explicó que se puede construir un futuro diverso, “en el cual convivir sin masacrarse y en el cual poseer convicciones diversas, en el marco del respeto de las reglas democráticas, de la dignidad humana y de la tradición católica de esta gran nación”.
Igualmente, recordó a las víctimas del “desplazamiento forzado, la violencia” y los despojados de su dignidad.
Bienaventurados los colombianos pobres
El cardenal rogó a Dios por el futuro del pueblo colombiano para “que camine por senderos de verdad, de justicia y de paz”.
Luego, según las palabras del Evangelista Mateo (cf. 5, 3-11) sostuvo:
“Bienaventurados los colombianos pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los colombianos mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los colombianos que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los colombianos que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los colombianos misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los colombianos limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los colombianos que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los colombianos perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados seréis los colombianos cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa”.
Las religiones inducen a escuchar, a comprender y a reconocer las razones y el valor del otro.
Por último, explicó que la Iglesia Católica, en particular continuará a promover , “la serena convivencia social”, en “la búsqueda del bien común”.
Todo ello: “En concordancia con la tradición espiritual de los colombianos, sin reclamar que todos tengan una misma confesión religiosa”.
“Imploramos a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Reina de Colombia, que nos proteja e interceda para que así sea”, concluyó.