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The Sacrament: cuando la ficción no supera la realidad

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Ramón Monedero - publicado el 26/09/16
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Basada en la conocida como matanza de Jonestown, el film de Ti West nos acerca a las entrañas del mayor suicidio colectivo de la historia del hombreTengo que admitir que no termino de pillarle el punto a Ti West. Lo rastreo y lo sigo, pero no termina de decirme gran cosa aunque sea un cineasta que aborda el terror de una forma distinta a la convencional. Es cierto que es diferente y distante, a veces demasiado, tal vez ese sea el problema o la virtud, según se mire. Dicho esto, creo que The Sacrament es su mejor película.

El film, producido en 2013 y de desigual distribución (no se ha estrenado en salas comerciales en medio mundo) está inspirado en un truculento y dramático hecho real, la conocida como masacre de Jonestown. En noviembre de 1978 el senador Leo Ryan viajó a la Guayana Francesa junto a una delegación y varios periodistas para comprobar sobre el terreno las acusaciones de que ahí había una secta donde se abusaba de los menores y se practicaban torturas.

Durante la visita todo fue más o menos bien pero cuando el senador fue a despedirse cientos de personas de aquella idílica comunidad se abalanzaron sobre el político rogándole que les sacaran de ahí. La cosa se fue de madre, la “guardia” que vigilaba el perímetro de la comunidad tenía el gatillo fácil y se produjeron algunos disparos. Un loco armado con un cuchillo intento matar a Ryan y poco después lo acribillaron a balazos a él y a su delegación. Tras aquel incidente, Jim Jones, el líder de la secta, ordenó al día siguiente un suicidio colectivo, el mayor de la historia de la humidad. 900 personas se quitaron la vida con brebaje de cianuro.

The Sacrament retrata todo esto con bastante fidelidad y realismo. Esto es, no veremos violencia gratuita ni sacrificios fáciles, todo ocurre como seguramente debió ocurrir en su día. El film, está rodado con el método found footage o “metraje encontrado”, lo que siempre suele ser un incordio aunque también, hay que admitirlo, en este caso funcione a la perfección. Detrás de la película, como productor, está Eli Roth, director de Hostel, por lo que es muy probable que alguno espere sangre a raudales y morbo malsano pero no, las cosas no van por ahí.

The Sacrament nos habla de cómo acercarse a un falso Dios a través de un camino falsificado y adulterado. Escudándose en constantes citas bíblicas, el Jim Jones de la película, aquí llamado simplemente Padre, es venerado sin excesos, como podría serlo cualquier político que sale por televisión. De igual forma Padre, se someterá gustosamente a las preguntas de los periodistas y los invitará a moverse con tranquilidad sobre sus dominios porque, y esto no lo sabremos hasta el final, todo ha sido diseñado para dar una determinada imagen.

Aunque no sea un título sangriento y ni si quiera, particularmente violento, The Sacrament no es una película muy agradable. Cientos de personas se matarán voluntariamente por las vagas palabras de un tipo que estaba decididamente loco. Aun así, todo hay que decirlo, The Sacrament no parece tan brutal como lo que realmente ocurrió. En este caso, la realidad sigue superando a la ficción.

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