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Para volver a sentirme niño
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Cuando estalla la vida y la risa se escapa, los campos florecen y vuelves a emocionarte. Cuando reverdece tu jardín interior y se hace fuerte la esperanza, es momento de creer en un nuevo nacimiento y rezar esta oración de primavera.
Con el convencimiento de que volviendo a ser como los niños, con su ingenuidad, su alegría y el brillo de sus ojos, es como podremos entrar en el Reino de los cielos y estar más cerca de Dios.
Oigo su risa;
siento su alegría;
¡cómo derrochan vida!
Y me acabo preguntando Señor,
¿cómo puede uno aprender de ellos?
Muchas veces somos grises,
como si la luz que tenemos
dentro hubiera dejado de brillar.
Como si la ilusión
y la pureza de las que gozábamos de niños
hubieran dado paso al pesimismo y a la amargura.
Necesito volver a sentirme niño,
a sentirme pequeñito, puro, alegre, inocente,
porque eso, sin duda alguna,
me ayudará a estar más cerca de Ti…
Fuente: Gps ignacianos
Esta oración de primavera, publicada en el blog de los jesuitas gps-ignacianos.blogspot.com/, anima a fijarse en los niños cuando falte la alegría, y a hacerse como ellos, como pide Jesús en más de una ocasión.
Y a Dostoievsky le atribuye esta invitación: