Uno de los más destacados ejemplos del film clásico de HollywoodBasada en Siete Samurais de Akira Kurosawa (1954), Los Siete Magníficos (John Sturges, 1960) es una de las mejores películas salidas de Hollywood y uno de los más destacados ejemplos del film clásico de Hollywood. Cuenta la historia de un pueblo de agricultores indígenas de la parte norte de México, al lado de la frontera con los Estados Unidos.
Calvera (Eli Wallach), líder de una banda de bandidos norteamericanos, visita cada temporada el pueblo para robar todo lo que encuentra a su camino. Con el propósito de liberarse de ellos, el pueblo contrata a siete hombres quienes los defenderán de futuros ataques de Calvera.
Uno de los elementos más interesantes es el hecho de que el cine western fue una de las principales inspiraciones de Kurosawa, quien a su vez inspiró esta cinta y otras que definieron más adelante a este género que, a decir de Martin Scorsese, “es el único género verdaderamente norteamericano”.
Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964), por ejemplo, es un remake de Yojimbo (Akira Kurosawa, 1961) el cual fue hecho sin permiso de Kurosawa, quien finalmente demandó con éxito a Leone y terminó hacienda más dinero por el pedazo de las ganancias de Por un puñado de dólares que le tocó, que por la propia Yojimbo.
Es interesante el hecho de que a pesar de que cada uno de los siete magníficos ha tenido una vida de pistolero a sueldo, todos ellos se prestan a ayudar al pueblo. Para cada uno de ellos este termina siendo un viaje de redención que nos permite ser testigos de unos de los mejores ejemplos de esa transformación emocional que debe necesariamente sufrir un personaje en el cine clásico.
Ese “arco emocional” implica que el viaje no es solo físico, sino también en cierta manera espiritual. Es ahí, en ese pequeño pueblito de agricultores, donde empezará la transformación de los pistoleros en hombres que problematizan su pasado y terminan creyendo que una vida mejor es posible.
Un elemento original que probablemente le viene del hecho de estar inspirada en un film japonés y no norteamericano es el de que no todos los siete terminan vivos. A pesar de ser los protagonistas y de estar representados por actores de fama mundial y de que el protocolo de Hollywood dicta que no matas a tus protagonistas, Sturges se permite (al igual que Kurosawa en la original) deshacerse de algunos de los personajes más carismáticos de la obra dejando así un sabor agridulce.
Lo atractivo de esta historia de vengadores justicieros que se encargan de proteger a un pueblo desvalido ha despertado la imaginación de tantas personas, que además del film que nos ocupa también se han hecho muchas otras adaptaciones para cine y television, mostrando así que más allá de los cantos de sirena que predicen una y otra vez la muerte del guion clásico de cine, este sigue sano y fuerte sirviendo de entretenimiento a miles y miles de espectadores en el mundo entero.