Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los CielosRafael, de 52 años, es un hombre sin techo que se dedica a cantar por las calles y a alegrarle el día a la gente. Se sabe un hombre feliz porque cree en el ser humano y en su bondad, y a quien no lo trata bien, lo encomienda a Dios.
Además le gusta mucho el recién fallecido divo de México Juan Gabriel y pasa largos ratos cantando sus canciones.
Un verdadero ejemplo de que el cielo es de los pobres y bienaventurados son.